La histórica misión para repatriar a los mexicanos que están en la zona del conflicto militar en Europa del Este se enfilaba la tarde de ayer para la travesía trasatlántica.
El Boeing 737-800 del Escuadrón Aéreo 502 de la Fuerza Aérea Mexicana por primera vez tiene la misión de apoyar a connacionales que se ubican cercanos a un área de enfrentamiento militar. El objetivo es retornar a salvo a quienes lograron huir de Ucrania.
Se contempla también apoyar a ciudadanos de otros países de América Latina, con los que el gobierno mexicano ha tenido comunicación diplomática. Oficialmente no se adelantó de qué naciones serían, pero trascendió que se trataría de cubanos y colombianos, entre otros.
La urgencia de la misión llevó a cumplir en tiempo récord los protocolos y permisos correspondientes para un vuelo de esta magnitud. El presidente Andrés Manuel López Obrador dio la orden el sábado al filo de la una de la tarde y cuatro horas después se habían conseguido los requerimientos necesarios para efectuar el viaje. Por la premura la nave no lleva insumos humanitarios, pero se detalló que más adelante México colaborará con esto.
Lo primero que se subió al avión fueron las banderas de México y Rumania –donde hay ya varios mexicanos a la espera de ser retornados– y para el soldado que portaba los lábaros patrios este es su primer viaje humanitario.
La primera escala fue en la base militar de Trenton, Canadá, para después cruzar el Atlántico. Se hará una segunda escala en Irlanda, y una vez saliendo de ahí la aeronave enfilará a Bucarest, capital de Rumania.
El vuelo conducirá de regreso a México a connacionales que han podido salir de Ucrania en días recientes por la frontera con Rumania, con el apoyo de la embajada mexicana en Kiev. Por ahora, se tiene registro de 22 connacionales listos para el retorno y se estima que en las próximas horas podrían sumarse algunos más que cruzaron por Polonia.
Registros de la cancillería mexicana estiman que aún hay entre 80 y 90 mexicanos en zonas de conflicto, como en Kiev, capital de Ucrania, que por diversas razones no lograron salir de esa ciudad, ahora sitiada por las fuerzas militares rusas, lo que dificulta la salida de quienes ahí permanecen.
Se prevé, en principio, llegar el lunes por la tarde a la capital rumana y despegar rumbo a nuestro país el miércoles, aunque esto podría cambiar si se suman más mexicanos y nacionales de otros países latinoamericanos. Los connacionales que cruzaron por la frontera con Rumania por ahora se encuentran en la ciudad de Siret, a unas siete horas de distancia en auto de Bucarest.
En caso de ser necesario, se informó, el gobierno mexicano dispondría de una segunda misión para el rescate de más personas.
Por otra parte, en la Ciudad de México, Daniel Millán, jefe de la oficina del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), confirmó que el avión de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que vuela a Rumania para traer al primer grupo de connacionales que huyó de Ucrania también rescatará a ciudadanos de naciones hermanas de Latinoamérica.
Añadió que el grupo ya se encuentra concentrado en Rumania y consta de 22 personas, entre ellas dos bebés de brazos.
Un segundo grupo estaba ya reunido, pero al estallar la guerra los camiones que había contratado la representación mexicana cancelaron los viajes, por lo que viajaron en sus propios vehículos hacia países vecinos.
La aeronave, un Boeing 737-800, con capacidad para 150 pasajeros, despegó a las 10:07, al mando del coronel piloto aviador Héctor Iván Espejel Miranda. Su primer punto para repostar combustible fue el aeropuerto de Trenton, en Ontario, Canadá, y de ahí partió hacia la terminal aérea de Shannon, Irlanda, para arribar al aeropuerto de Bucarest hoy por la tarde.