Lima. El presidente peruano, Pedro Castillo, rechazó ayer haber cometido “actos ilícitos” difundidos por la prensa con base en supuestas declaraciones de una aspirante a colaboradora eficaz de la fiscalía, quien afirma que el mandatario integraría un clan criminal que obtiene dinero de obras públicas, y acusó a la fiscalía de sumarse a los intentos de la oposición para destabilizar su gobierno.
En un breve mensaje a la nación, Castillo cuestionó que las acusaciones de la empresaria y cabildera Karelim López –aspirante a convertirse en colaboradora eficaz de una fiscalía de lavado de activos– “se debatan en público” debido a que son “materia de investigación”.
“Esto evidencia que la fiscalía estaría formando parte de un complot para desestabilizar al gobierno”, dijo Castillo en breve mensaje al país por televisión, luego de la filtración a los medios de la denuncia que lo salpica.
“Hay un sector minoritario que nunca aceptará nuestro gobierno popular y democrático. Hoy buscan vacarnos (destituirnos) para no solucionar los grandes problemas que tiene nuestra patria”, aseguró.
“Desmienta o renuncie, presidente”, tituló en portada ayer el diario La República.
“Rechazo categóricamente” las declaraciones de la empresaria, dijo Castillo en su mensaje de 120 segundos.
El gobernante ya había denunciado el sábado un intento de golpe de Estado desde el Congreso por este caso, por lo cual pidió activar la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Llamo a la comunidad internacional y al pueblo peruano para activar la Carta Democrática Interamericana y permanecer atentos contra cualquier intento desestabilizador y de golpe en el país”, indicó Castillo en su cuenta de Twitter.
El presidente sostuvo el sábado que la empresaria Karelim López “ha brindado a la fiscalía declaraciones sin sustento jurídico que amenazan la ética y la transparencia de los procedimientos de toda investigación”.
Según la prensa, la empresaria, que es investigada por su presunta participación en delitos de corrupción, implicó al mandatario en declaraciones ante la Fiscalía acerca de las actividades de una supuesta organización criminal enquistada en el gobierno.
Los diarios El Comercio y La República publicaron este fin de semana que López le dijo a una fiscal que Castillo es presunto integrante de una red corrupta junto al ministro de Transportes, Juan Silva, cinco legisladores, familiares del mandatario y el brazo local de la constructora estatal China Civil Engineering Construction Corporation.
López añadió, según los diarios, que un supuesto primo de Omar Tello –coordinador jefe de las fiscalías anticorrupción, donde ella también es investigada adicionalmente por los presuntos delitos de tráfico de influencias y colusión– había indicado que las pesquisas anticorrupción no iban a prosperar. Tello declaró a la agencia de noticias Ap que rechazaba “todo acercamiento con el presidente y su entorno”, incluido López.
Tello añadió que en 2021 lograron mil 212 condenas por corrupción, así como más de 400 detenciones preliminares.
“La corrupción es un monstruo de muchos tentáculos, hay investigados de la esfera política y con mucho poder económico que están muy asustados”, aseveró el fiscal.
López es investigada por las fiscalías anticorrupción porque dos empresas locales ligadas a la empresaria ganaron dos licitaciones para construir un puente y suministrar biodiesel.
Según la ley, las declaraciones de la empresaria López, de 41 años, deben ser confirmadas con pruebas.
Pese a que su gobierno tampoco quiso ser reconocido al principio por parte de la oposición, tras vencer en los comicios presidenciales en 2021, el mandatario ha sido criticado de forma unánime por la selección que ha hecho de piezas claves de su gobierno. Ha tenido cuatro gabinetes ministeriales en seis meses y su ex primera ministra Mirtha Vásquez, abogada progresista que renunció en enero, ha señalado que Castillo no ha dado “respuestas contundentes” en la lucha anticorrupción.
El ex ministro del Interior Avelino Guillén, respetado ex fiscal que logró la condena del ex presidente Alberto Fujimori en 2009, manifestó en enero, tras su renuncia, que Castillo no lo apoyó cuando le pidió destituir al jefe de la policía, quien buscaba jubilar a agentes valiosos y debilitar una unidad que combate el crimen organizado que actúa bajo fachadas de partidos políticos.
La gestión de Castillo se ha debilitado luego de que investigaciones anticorrupción del Ministerio Público han tocado las puertas del palacio presidencial. Los fiscales anticorrupción han ingresado seis veces en los últimos meses al epicentro del poder en Perú e incluso encontraron 20 mil dólares en el baño de un ex secretario presidencial que está bajo investigación.
La aprobación presidencial cayó 13 puntos en febrero desde el inicio de su gestión hasta 25 por ciento, mientras su impopularidad subió a 69 por ciento y 6 por ciento no precisa, según un sondeo de Ipsos Perú.
En apenas más de medio año de gestión de Castillo, la empresaria López pasó de ser cercana del presidente, de visitarlo más de una vez, e incluso de organizar una pomposa fiesta a la hija menor del mandatario en el palacio presidencial, a convertirse en colaboradora eficaz.
Perú es un país donde casi todos sus ex presidentes vivos son investigados por corrupción, arrastrando al descrédito a gran parte de su clase política. Una encuesta nacional del Instituto de Estudios Peruanos publicada ayer por La República indicó que 48 por ciento quisiera que haya elecciones para escoger un nuevo presidente y 130 legisladores.
El Congreso anunció en la víspera que los representantes de los partidos políticos se reunirán este lunes para conversar luego de las declaraciones de la empresaria. Algunos partidos han afirmado que presentarán pedidos para destituir al mandatario, otros se han mostrado cautos.
Luego de su mensaje, Castillo se dirigió a una isla frente a Lima donde viven miles de aves marinas que por siglos defecan excrementos que sirven para fertilizar la agricultura y que durante el siglo XIX produjeron inmensas cantidades de dinero público que se esfumaron a causa de la corrupción. Castillo no habló sobre las acusaciones y no hubo acceso a la prensa.