La Comisión Nacional del Agua (Conagua) suspendió el riego en cientos de hectáreas de cultivos de limón italiano, tras detectar irregularidades en las tomas y estaciones de bombeo del manantial El Charco Azul-Río Guayalejo, luego de las denuncias y protestas de habitantes de nueve ejidos del municipio de Jaumave, Tamaulipas, por acaparamiento del líquido.
Los pobladores afectados afirmaron que sus derechos sobre el agua, que datan de hace más de 90 años, fueron vulnerados debido a que los escurrimientos son acaparados por productores de limón que instalaron represas y los ha dejado sin líquido para regar sus cultivos de maíz, frijol, hortalizas y aguacate.
En los últimos 45 días, integrantes de la organización Ejidos Jaumave liberaron el cauce del manantial con palas y azadones; requieren agua para uso agrícola y urbano, pero los limoneros de zonas cercanas retienen el líquido, generando escasez en las comunidades.
En 2011, autoridades federales ignoraron los derechos de los labriegos y entregaron concesiones a los limoneros sin calcular la disponibilidad. Actualmente la carencia limita el uso doméstico de las familias que habitan en los ejidos Matías García, Gustavo Cáceres, Jaumave, San Juanito, El Ingenio, El Alamito, Padrón y Juárez, San Lorencito y a 57 usuarios más.
El pasado 10 de febrero, ejidatarios dijeron a La Jornada que la familia Valdez Rodríguez hizo tratos con agentes estatales y federales y colocaron represas en el cauce del río Guayalejo para regar sus cultivos de aguacate, maíz, frijol y hortalizas.
La Conagua verificó cada una de las tomas y midió el gasto de las empresas y se percató de las retenciones de escurrimientos.
Jesús Chiw Vega, director del organismo de cuenca Golfo Norte, aseguró que, a pesar de que los campesinos cuentan con un decreto expedido por el gobierno federal, omitieron tramitar concesiones para cada ejido, como lo estipulan las normas de la dependencia.
Refirió que para hacer más eficiente el uso del manantial, la dependencia aplica programas para modernizar los sistemas de riego.
Los quejosos sostienen que al menos seis de los nueve ejidos tienen concesiones por más 800 mil metros cúbicos de agua para el riego de sus cultivos, a las que se suman permisos de otros tres para usar el acuífero.
Los labriegos exigen que se respeten los derechos que sus abuelos conquistaron tras años de lucha agraria y que les fueron reconocidos por el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río.
En tanto, la Conagua autorizó aumentar este año de 35 a 100 millones de metros cúbicos la extracción de agua de la presa Francisco I. Madero (Las Vírgenes) hacia los ríos San Pedro y Conchos, en el municipio de Delicias, Chihuahua, para riego agrícola.
No obstante, rechazó una solicitud de productores de los distritos de riego 5 y 113 para aumentar la extracción de la presa La Boquilla.
Agricultores de las regiones centro y sur de Chihuahua solicitaban liberar 570 millones de metros cúbicos de los dos embalses, pero el Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas aprobó volúmenes que suman 530 millones, “con base en el cálculo de riesgo –que prevé con 98 por ciento de probabilidad un escenario de año seco para Chihuahua– así como el volumen actual de los embalses”, explicó la Conagua en un comunicado.