Como en los viejos tiempos, como una maldición que recuerda sus años oscuros, Cruz Azul perdió 2-1 en la última jugada, cuando el tiempo agregado se agotaba. Santos consiguió así su primera victoria del torneo Clausura 2022 en la fecha siete en el estadio Azteca.
El equipo de La Laguna llegó a este partido con la misión de mostrar un nuevo rostro, uno mejorado, tras la salida del entrenador portugués Pedro Caixinha. El timonel emergente fue Eduardo Fentanes, director de sus fuerzas básicas.
Santos tomó delantera al minuto cinco con una jugada espectacular de Harold Preciado. El balón llegó desde el área de los laguneros en una serie de rebotes sin claridad a un metro de la media luna, adonde estaba el colombiano, quien resolvió de forma asombrosa. Desde ahí, controló con el pecho y sin esperar a que el esférico tocara el suelo, lo prendió con furia y precisión para anotar a ka derecha de Corona.
Uriel Antuna echó mano de una artimaña de área para su beneficio, en la carrera con la pelota sintió el ligero toque de Ronaldo Prieto y fue como si le hubiera apagado el switch. El celeste cayó desmadejado y el árbitro decretó penal.
El cobro de la pena máxima del mismo Antuna tuvo un preludio poco prometedor. Zigzagueó rumbo al manchón y soltó un tiro que Carlos Acevedo le tapó, la pelota quedó a la deriva y fue devuelta en dos ocasiones más por los cementeros, y en todas fue rechazada por el arquero. Una proeza de intervención.
Acevedo resistió a una Máquina con el orgullo herido tras el fallo del penal. Y respondió a los ataques de Charly Rodríguez y Bryan Angulo. Esta noche, el portero de Santos estaba en plan de superestrella.
En la segunda parte, La Máquina regresó con mayor concentración y la presión sobre el guardameta tenía que minarlo en algún momento. Y así pasó, pues después de que el arquero santista resistió con estoicismo, fue doblegado.
Una jugada con un centro casi sin ángulo fue rematada en un salto poderoso por Ignacio Rivero con un testarazo furioso. El portero reaccionó como relámpago, pero le faltaron escasos centímetros para lograr otra proeza que evitara el empate a los 63 minutos. Y ese fue el 1-1 de los celestes.
Cuando el partido parecía sentenciado con ese empate, una jugada que Corona bien pudo controlar se convirtió en el tanto de la victoria de Santos.
Javier Medina disparó en la última oportunidad del juego, la trayectoria del balón parecía manejable para el portero Celeste, pero Pablo Aguilar se la desvió con el talón para fatalidad de los cementeros.