Taipéi. Un buque militar estadunidense cruzó ayer por segunda vez desde el comienzo del año el estrecho de Taiwán, que separa la isla de China continental, informó la Marina de Estados Unidos, en un contexto de altas tensiones entre Pekín y Washington.
El destructor USS Ralph Johnson realizó un paso “rutinario” por el estrecho, “en aguas internacionales y de acuerdo con el derecho internacional”, notificó la Séptima Flota estadunidense en un comunicado.
El Ministerio de Defensa de Taiwán confirmó que un buque estadunidense navegaba en el estrecho y agregó que el ejército de la isla “vigilaba plenamente sus actividades (...) cerca de nuestras aguas y nuestros aires, tras lo cual se determinó que la situación estaba en los estándares cubiertos por ley”.
Los barcos estadunidenses suelen pasar por el estrecho, para disgusto de China, que considera la isla como parte de su territorio.
La República Popular China estima que la navegación extranjera en estas aguas constituye una violación de su soberanía, mientras Estados Unidos y otros países consideran que la zona forma parte de las aguas internacionales y, por tanto, está abierta a todos.
Las fuerzas armadas chinas se refirieron a los hechos como “un acto de provocación” para apoyar “a las fuerzas independentistas” de Taiwán.
Las tropas chinas “permanecen en todo momento en elevado estado de alerta” para salvaguardar la soberanía de China y su seguridad, advirtió en un comunicado Shi Yi, portavoz de la zona de operación este del ejército chino.
Pekín amenaza regularmente con utilizar la fuerza en caso de una proclamación formal de independencia de Taipéi, de 24 millones de habitantes, o de una intervención exterior, especialmente por parte de Estados Unidos u otras naciones de occidente.