Monterrey acumula malos resultados. Fue derrotado 0-2 por San Luis en su propia cancha en la séptima jornada de la Liga Mx y la posición del entrenador de Rayados, Javier Aguirre, parece más comprometi-da que nunca, por más que él niegue que se sostiene de un clavo ardien-te y otra vez tenga que pedir disculpas a la afición. Ahora el conjunto de la Sultana tiene dos partidos perdidos, dos empates y sólo una victoria, además del fracaso reciente en el Mundial de Clubes.
San Luis le pegó pronto, cuando Monterrey parecía que estaba resuelto a sacudirse el polvo del infortunio. Pero entonces le sorprendieron y quedó tan expuesto como todos sospechaban desde hace tiempo.
La pelota saltaba como salmón en el área del San Luis. El desesperado ataque Rayado carecía de pulcritud. El Atlético logró rechazar después de muchos esfuerzos y la reacción fue un velocísimo contragolpe de Germán Berterame que dejó a uno y otro atrás. Fue una proeza su centro que controló con soberbia habilidad Jhon Murillo, se metió al área de Monterrey, apenas cruzó la línea y amagó con cruzar el disparo, pero lo envió al poste más cercano y anotó el 1-0 a los 24 minutos.
Javier Aguirre, el técnico que asegura no tener ultimátum, aplaudía para infundir unos ánimos que parecían tan artificiales como la solidez del banquillo en Rayados.
El despertar para un equipo como Monterrey no llegó. Si en el primer tiempo hubo una búsqueda incansable por abrir espacios y generar jugadas con suficiente sentido, en la segunda parte desaparecieron.
Aunque los Rayados circulaban la pelota, era una posesión estéril. San Luis tenía poco el balón, pero su arma eran los contragolpes y al 82 volvieron a aplicar una dosis letal de esta estrategia. Berterame, otra vez, se volvió una bola de fuego, implacable, imposible detenerlo, y ahora la combinación fue con Abel Hernández, quien no titubeó para disparar un zurdazo en el área que dio el 2-0.
La comunión del descontento se sentía en las gradas. El estadio de Rayados se cimbró con el grito unánime de “¡Fuera el Vasco! ¡El Vasco ya se va, el Vasco ya se va!”.
“Nosotros los técnicos sabemos que estamos en constante prueba”, dijo Aguirre al finalizar el encuentro; “yo me siento fuerte en el equipo; otra cosa es que no nos hayan salido los resultados, entiendo el malestar de la afición y acepto que la gente quiera ganar. Hay malestar pues se van tristes a casa. El vestidor también está abatido, pero tenemos que mirar hacia adelante. Debemos pensar en calificar y buscar el campeonato”.
“(El repudio) lo interpreto como parte del futbol”, agregó; “si la gente ve que su equipo no está donde debe y tiene dos derrotas, es lógico que estén enfadados. Una vez más, sólo puedo ofrecer disculpas y pedir que nos tengan paciencia, la han tenido, pero vienen partidos y nuestra intención es conjurar los resultados y esperamos animar a la afición”.
En otro choque, Chivas también apeló a la sorpresa para minar la confianza del rival. A los 26 minutos Miguel Ponce disparó afuera del área con una trayectoria imposible para el portero Antony Silva, quien no pudo evitar el primer tanto rojiblanco.
Y antes de terminar el primer tiempo, al minuto 40, otra vez Chivas hizo daño al Puebla, con una elaborada jugada con Roberto Alvarado, Jesús Angulo y Alexis Vega, quien la remató para el segundo tanto.
Al volver del descanso, Puebla llegó con convicción de retomar el partido; presionó con tesón hasta que tuvieron una efectiva. A los 50 minutos, Luis Aristeguieta aprovechó un error del rival para acortar la distancia en el marcador con el primero del equipo de la franja.
Puebla estaba en plan serio. Al 67 empató con un gol de Jordi Cortizo y diez minutos después lograron remontar con Guillermo Martínez. Entre el segundo y el tercer gol del Puebla, Chivas sufrió una expulsión cuando Alexis Vega reclamó en exceso al árbitro.