Bruselas. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) enviará unidades de la fuerza de respuesta para proteger a los aliados en Europa del Este ante una posible invasión de Rusia, decidieron ayer el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y sus pares del mecanismo transatlántico durante una cumbre virtual extraordinaria.

“Nuestro compromiso con el artículo 5 (de la OTAN) es férreo. He ordenado el despliegue de tropas adicionales para aumentar nuestras capacidades en Europa en apoyo de nuestros aliados de la OTAN”, comentó Biden desde el Cuarto de Situación de la Casa Blanca. Durante su intervención, celebró la decisión de activar los planes de defensa de la OTAN para fortalecer la postura colectiva de la alianza.

Más tarde, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, reiteró que Washington no desplegará tropas en territorio ucranio ya que no desea una guerra con Rusia.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, explicó que los aliados activaron sus planes de defensa y “se están desplegando elementos de tierra, mar y aire de la fuerza de respuesta”. Esto supone poner en estado de alerta máxima a miles de tropas suplementarias y cerca de 100 aviones en 30 posiciones diferentes, añadió.

“Desplegamos por primera vez la fuerza de respuesta en nombre de la defensa colectiva, para impedir excesos contra territorios de la alianza”, detalló al finalizar la cumbre desde Bruselas.

La fuerza de respuesta puede contar con hasta 40 mil soldados para desplegarse en cualquier escenario en un plazo de cinco días y durante un máximo de 30, pero Stoltenberg aseguró que no se desplegará toda. También se enviarán partes del grupo Fuerza de Tarea Conjunta de Muy Alta Disponibilidad (VJTF, por sus siglas en inglés), que cuenta con 8 mil miembros y actualmente está dirigida por Francia.

“Rusia ha lanzado una invasión total contra Ucrania con el claro objetivo de llegar hasta Kiev y acabar con el gobierno”, señaló el jefe de la OTAN, y advirtió: “Pero los objetivos del Kremlin no se limitan a Ucrania”. Recordó que “Putin ha exigido la retirada de las fuerzas de la alianza del territorio de aquellos países que se adhirieron después de 1997.

“La respuesta es reforzar la postura de disuasión y de defensa de los aliados. La alianza activó el jueves sus planes de defensa y está desplegando los elementos de su fuerza de respuesta”, anunció.

El primer ministro italiano, Mario Draghi, sostuvo que está listo para enviar 3 mil 400 soldados en los países de la OTAN y la ministra de Defensa de Alemania, Christine Lambrecht, informó que su gobierno aportará más militares y sistemas de armamento para proteger a sus socios.

En tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, consideró útil “dejar abierto el camino” a un eventual diálogo con Putin para que esta crisis comience a disminuir, además, ofreció ayuda a su par ucranio, Volodymir Zelensky.

“La seguridad del presidente Zelensky es un elemento central de lo que está ocurriendo ahora”, subrayó el canciller francés, Jean-Yves Le Drian, en entrevista con la radiodifusora pública France Inter, cuando Rusia intensificó su ofensiva contra Ucrania, sobre todo en su capital, Kiev, donde se registraron disparos y explosiones.

Para Le Drian, Putin quiere borrar a Ucrania del “mapa de los estados“ y advirtió que la operación rusa en curso podría extenderse a las próximas Moldavia y Georgia.

El vocero de la diplomacia estadunidense, Ned Price, comentó que la oferta de Rusia de mantener negociaciones con Ucrania es poco seria. “Vemos que Moscú sugiere que la diplomacia se lleve a cabo a punta de pistola, cuando las bombas, los disparos de mortero y la artillería de Moscú apuntan a los civiles”, indicó.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo el viernes que Rusia está dispuesto a negociar con Ucrania si el país, bajo invasión rusa, “depone las armas”.

En respuesta, Price acusó a Rusia de haber llevado a cabo una “diplomacia fingida” con Occidente para ganar tiempo y preparar su operación militar. “Queremos dejarle claro al presidente Putin que la diplomacia a punta de pistola, la diplomacia coercitiva no es algo en lo que vayamos a participar”, añadió.

En este contexto, Polonia, República Checa y Bulgaria anunciaron que cerraban su espacio aéreo a las compañías aéreas rusas tras la invasión a Ucrania, mientras la aerolínea Delta suspendió un acuerdo comercial con Aeroflot, y a la autoridad de aviación civil de Rusia prohibió los vuelos desde Gran Bretaña con destino a Rusia o que sobrevuelen el país, en respuesta al veto británico a los vuelos de Aeroflot.