Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció que ha tomado la “dolorosa decisión” de detener sus actividades en Ucrania debido al enfrentamiento bélico con Rusia, aunque hará lo posible por garantizar “cierta continuidad” en la atención de sus pacientes.
En un comunicado, la organización señaló que sus equipos en el país asediado están “profundamente preocupados por las consecuencias del conflicto para el pueblo y las comunidades ucranias. Vemos en las carreteras que decenas de miles de personas están asustadas y en movimiento”.
Las actividades detenidas incluían la atención a casos de VIH en Severodonetsk, de tuberculosis en Zhytomyr y la mejora del acceso a los servicios médicos en Donietsk en el este de Ucrania.
Dichos servicios, enfatizó MSF, son muy necesarios para la atención médica de las comunidades afectadas por el conflicto. Por esa razón, “aunque estos programas se han interrumpido en su mayoría, hicimos todo lo posible para garantizar cierta continuidad en la atención para nuestros pacientes”.
El organismo humanitario indicó que en Ucrania “las necesidades ya eran altas, pues las personas han vivido más de siete años de conflicto, y nos preocupa el impacto que los enfrentamientos prolongados podrían tener en los pacientes, muchos de los cuales son personas mayores y padecen enfermedades crónicas”.
Antes de la actual escalada en las tensiones, aseguró, “nos pusimos en contacto con varios hospitales en los oblasts de Donietsk y Lugansk para brindar capacitaciones en materia de medicina de emergencia y preparación quirúrgica, y ayer nuestro equipo entregó un kit para atención de víctimas en masa a un hospital en Mariupol. A medida que continúen las hostilidades, será fundamental garantizar el acceso de las personas a la atención médica y los medicamentos”.