El gobierno de México condenó “la invasión” militar de Rusia a Ucrania y rechazó el uso de la fuerza en el conflicto en aquella región de Europa del Este.
En un video difundido la tarde de ayer, el canciller Marcelo Ebrard replanteó la posición mexicana ante la avanzada militar ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin, a territorios ucranios.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) indicó que decidió reconsiderar la postura después de que representantes de la diplomacia mexicana conversaran con más de siete países y de analizarlo con la embajadora de México en Ucrania.
Tras ese ejercicio, “tenemos muy claro que estamos ante una invasión. Ya no hay duda sobre ello, es una operación con una escala que cubre casi todo el territorio de Ucrania”, planteó.
El posicionamiento mexicano fue más firme luego de que horas antes la embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretska, llamó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a asumir una postura “clara” sobre el conflicto y a condenar la acción militar rusa.
Y es que por la mañana, en conferencia de prensa virtual, ni Ebrard ni el representante de México ante Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, manifestaron una condena al despliegue militar de Rusia y sólo se pronunciaron contra el uso de la fuerza, sin referirse al agresor.
Por la tarde, el canciller reforzó el posicionamiento: “Nuestra orientación principal es rechazar el uso de la fuerza y condenar enérgicamente la presencia de fuerzas de la Federación Rusa en territorio de Ucrania”.
Apoyo a mexicanos y sus familias
En la conferencia de la mañana, la embajadora de México en Ucrania, Olga García Guillén, detalló que se tienen registradas familias conformadas por mexicanos en aquel país en las que se agrupan un total de 225 personas (incluidas parejas de nacionalidad ucrania y sus hijos).
Dijo que 50 connacionales han solicitado que la embajada los ayude a salir –junto con sus familias– de Kiev y de otras regiones, en lo que constituirá un segundo desplazamiento, mientras que 32 mexicanos y sus familias que ya se encuentran en el suroeste del país –por el primer traslado realizado por la embajada la semana pasada– serán removidos hacia Rumania.