“Ya no puedo más (volver a postularse a un cargo), ya cierro mi ciclo y me retiro”, sentenció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con esa frase cerró el relato frente a reporteros, durante una nueva visita guiada por sitios emblemáticos de Palacio Nacional.
Justo cuando terminaba de mostrar las fotografías de personajes admirados por él, cuyas imágenes están colocadas en uno de los salones donde a diario se reúne con sus principales colaboradores, el mandatario contó que tras la segunda derrota en las urnas, pensó seriamente en no volver a inscribirse a una contienda. La reflexión fue tan seria que la llevó al papel, una carta que finalmente no leyó.
Después de la elección de 2012, “yo ya quería dejar la dirección del movimiento; hasta había escrito un documento (en el que informaba) que me iba a retirar o que iba a seguir luchando, pero ya no como dirigente, porque me molestaba mucho, mucho, mucho –esto para que lo sepan mis adversarios–, que en ese entonces se hablaba con que yo estaba obcecado con ser Presidente.
“Un periodista conocido, buena persona pero adversario, cuando nos robaron la Presidencia en 2006, y todos defendían el fraude, este periodista llegó a decir que yo tenía como obsesión el llegar aquí para colgar (en Palacio Nacional) mis calzoncillos. No lo dijo así, lo dijo peor (ríe).
“Entonces, molestaron mucho con eso. (Me decían) ‘ambicioso’, como si no tuviera yo ideales, como si no luchara por principios, que buscaba el poder por el poder. Cuando nos roban de nuevo pero bajo otro método, con el dinero, porque en 2006 fue falsificación de actas y robo de urnas a lo burdo, en 2012 fue dinero, millones de pesos para comprar el voto, está demostrado.
“Ya en 2012 teníamos un mitin aquí en el Zócalo y hasta redacté un documento en que me despedía, como para dejar de manifiesto que no me movía el interés personal o la lucha del poder por el poder, que siempre he dicho que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. Y estuve a punto de decir: no vuelvo a ser candidato a nada.
“Cuando (hice la carta) pensé, pues (mis adversarios) van a hacer fiesta ¿no?, y todavía puedo hacer algo, no me siento insustituible, pero todavía puedo. Entonces, ya no leí la carta en el Zócalo y decidí seguir adelante y ya conocen ustedes la historia reciente.
“Pero sí, ya no puedo más, o sea, ya cierro mi ciclo y me retiro.”