Ciudad de México. En diciembre el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el cual observa el comportamiento de la economía mexicana a corto plazo, creció 0.8 por ciento respecto al mes anterior inmediato, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con el resultado de los últimos 31 días del año pasado, la medición sumó dos meses seguidos de crecimiento, mientras que en su variación anual creció 1.1 por ciento.
En un contexto de mejoras en las condiciones sanitarias que permitieron una relajamiento en las restricciones por la pandemia del covid-19 y un avance en el proceso de vacunación de la población, la actividad económica del país avanzó en diciembre.
El repunte de 0.8 por ciento mensual fue impulsado principalmente por la industria, sector que creció 1.2 por ciento frente a noviembre pasado.
El comercio y los servicios, cuya participación en el producto interno bruto (PIB) es de casi dos terceras partes, observó un alza de 1.2 por ciento frente al penúltimo mes de 2021.
No obstante, la agricultura, ganadería, pesca y caza que se encuentran englobadas en las actividades primarias, se contrajeron 1.1 por ciento respecto de noviembre.
El avance de 1.1 por ciento anual se explicó por el crecimiento de 8.7 por ciento de las actividades primarias en comparación con el último mes de 2020.
La industria, a pesar de las afectaciones en las cadenas de suministros, especialmente por la escasez de semiconductores para el sector automotriz, creció 2.4 por ciento respecto a diciembre de un año atrás.
El crecimiento más débil se observó en las actividades terciarias, pues sólo repuntaron 0.2 por ciento anual.
Analistas de Grupo Monex consideraron que el dato publicado fue una noticia positiva, a pesar de que fue inferior respecto al dato oportuno dado a conocer en días recientes.
Comentaron que “la economía mexicana mostró una buena mejora para diciembre”, pero consideraron que el IGAE aún está bastante rezagado y equivale a los niveles de actividad que en promedio se registraron durante el segundo semestre de 2016.
“Consideramos que el balance de riesgos para el crecimiento sigue sesgado a la baja, pues los efectos de ómicron durante enero y febrero serían moderados, además de que, a nivel internacional, la invasión rusa de Ucrania podría resultar en mayores tasas de inflación y nuevas interrupciones a las cadenas globales de valor”, dijeron.