La obra en video Fifteen Minutes of Sublime Meditation (Quince minutos de meditación sublime), de Melanie Smith (Poole, 1965), disponible en Sala 10, espacio virtual del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), es resultado de la manera en la que la artista anglo-mexicana enfrentó el encierro por la pandemia y la ansiedad que sentía respecto del mundo.
La pieza comprende imágenes y videos de archivo que transcurren en una contradicción entre lo que se ve y el sonido. Al no poder salir y filmar, Smith decidió trabajar con imágenes ya existentes en el mundo. En una etapa anterior, la artista realizó una serie de videos en los que filmó por medio de Skype con la idea de trabajar a larga distancia y no salir de casa.
El concepto en torno a Quince minutos… fue describir el momento que se vivía por la crisis sanitaria “en términos de lo que sentía: una especie de colapso ecológico, político y económico. El covid-19 parecía representar algo hacia lo que habíamos avanzado durante años. Miraba todas estas imágenes que tenían que ver con extracción, paisaje, migración; luego los mundos animal y natural. Intentaba conectar todo bajo la premisa de un video”, expresa en entrevista.
El confinamiento cambió la relación de las personas con el mundo, situación que de alguna manera se ve en el video, ya que tiene ciertas referencias a la sicodelia y “casi se tocan momentos de locura mediante la saturación de información”.
Contradicciones entre imagen y sonido
Quince minutos… es un video inquietante, porque las imágenes y el sonido se contradicen, algo nada nuevo en la obra de Smith. “Para mí, hay un sentido de alienación entre lo que se ve y lo que se escucha. Respecto de la meditación, siento que hay una cultura capitalista que se aísla por medio de ella. La narradora en el filme dice cosas como: ‘no se preocupe’, ‘deje que suceda’ y ‘déjelo ir’.
“Todos solemos sentir incapacidad en cuanto a hacer algo acerca de la escala de estos problemas en el mundo. La meditación a veces representa nuestra contradicción entre lo que podamos sentir en nuestras cabezas y lo que tal vez veamos desde afuera. A veces pienso que es una forma de dominar la culpabilidad y ansiedad acerca del mundo.”
–¿Usted medita?
–He intentado; sin embargo, lo encuentro difícil. El meollo de la meditación es poner los pensamientos en otro nivel, dejar que pasen flotando, no tratar de desaparecerlos. Pero al mismo tiempo siento que no es para neuróticos (risas).
El video no salió a la primera. “Hice cerca de 16 versiones porque la selección de la imaginería fue difícil debido a que hay mucha disponibilidad en cuanto a imágenes de archivo. Busqué que, en lo conceptual, las cosas fluyeran y sucedieran según el ritmo que deseaba”.
Smith hizo su primer video en 1995: “Siempre tuve una relación facciosa con la pintura. Nunca me llamaría pintora; sin embargo, sí mantengo una relación con la imagen pictórica del marco. Siempre me he acercado al video con el ojo de una pintora; muchas de las preocupaciones en torno a las imágenes tienen que ver con lo que suceda alrededor del rectángulo. Salir del marco, o su rompimiento, ha sido una constante en gran parte de mi trabajo. Esto proviene de una inquietud pictórica de liberarse de la tela”.
La pieza audiovisual Quince minutos de meditación sublime, de Melanie Smith, estará disponible hasta el 14 de agosto en el espacio virtual Sala 10 del Museo Universitario Arte Contemporáneo www.muac.unam.mx.
