El proyecto de reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales (LFVV) que está en la Cámara de Diputados limita el libre uso e intercambio de semillas por las comunidades campesinas y llevará a la privatización de ellas, lo que significa la protección de intereses comerciales de grandes trasnacionales, con la propagación de transgénicos, a costa de las comunidades campesinas y originarias, advirtió la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País.
De aprobarse esta iniciativa genera una dependencia a la compra de semillas a las pocas corporaciones que controlan el mercado mundial de semillas, ya que Bayer-Monsanto, Corteva, Syngenta-ChemChina dominan el 65 por ciento de las ventas mundiales de agroquímicos y el 61 por ciento del mercado de semillas, señaló.
En una carta entregada a la presidencia de la República, recordó que México es uno de los principales centros de origen de especies utilizadas en la agricultura mundial, “somos un país megadiverso, centro de origen, diversificación y domesticación de más de 100 especies vegetales creadas, preservadas y diversificadas milenariamente por las comunidades campesinas e indígenas del país”.
Sostuvo que “esta enorme riqueza se encuentra bajo la amenaza de ser apropiada y explotada por parte de las corporaciones transnacionales semilleras, a través de una iniciativa de reforma a la LFVV, presentada como propuesta en la Cámara de Diputados que ha sido suscrita por legisladoras y legisladores de diversos partidos”, agregó.
El proceso de diversificación vegetal desarrollado por las comunidades campesinas, es una condición sin la cual el país no podrá adaptarse y mitigar el calentamiento global y cambio climático, al proveer variedades heterogéneas resistentes a las condiciones ecológicas y climáticas cambiantes, además de ser una alternativa económica competitiva para el desarrollo nacional e internacional.
Agregó que con la prohibición y restricción de las prácticas milenarias de uso y manejo de organismos vegetales como el intercambio de semilla, su selección, resguardo para la siguiente siembra y venta se detienen los procesos que originan y mantienen la diversidad dinámica de éstas y su entorno. En ese sentido.
Esta propuesta amplía el material protegido por las empresas a la cosecha y a los productos transformados a partir de ella, mientras actualmente la protección se limita al material de propagación. Esto impacta en el control privado de los múltiples posibles aprovechamientos derivados de las propiedades de cada variedad vegetal, como son medicamentos, combustibles y materiales.