El grupo disidente Movimiento Industrial Automotriz Independiente denunció el despido injustificado de al menos 280 trabajadores de la planta de Mazda en Salamanca, Guanajuato, así como una serie de irregularidades, “abusos y hostigamiento laboral” por parte de la compañía automotriz y de un sindicato cetemista.
Abel Hernández Ayala, representante del movimiento que integran un grupo de empleados cesados y en activo, señaló que las presiones se iniciaron en diciembre pasado para frenar la conformación de un sindicato independiente.
El viernes anterior, al ser despedido tras más de ocho años de laborar, “el personal de recursos humanos comentó que cesaron a 80 en el mismo día. Van más de 280 trabajadores”, manifestó en conferencia de prensa realizada desde la Casa del Obrero del Bajío, en Silao.
El ex empleado de la automotriz japonesa –que cuenta con una plantilla de alrededor de 5 mil 500 trabajadores– indicó que ésta argumentó que el cese de personal se debió “a la crisis económica por la que atraviesa (la compañía), pero sabemos que es en represalia porque estamos conformando un nuevo sindicato” en busca de mejores condiciones laborales. Actualmente, añadió, a los trabajadores no les justifican las faltas, pese a contar con algún documento que avale su ausencia laboral; les niegan vacaciones y permisos y les impiden “alzar la voz para buscar mejoras”.
Por su parte, Israel Cervantes, dirigente del grupo Generando Movimiento, que impulsó el sindicato independiente en la planta de General Motors de Silao y quien acompañó en la conferencia a Hernández, indicó que lo anterior es permitido por el Sindicato Nacional de la Industria Automotriz, Similares y Conexos de la República Mexicana, de la CTM que es titular del contrato colectivo en Mazda Salamanca.
Explicó que esta organización solicita a los trabajadores que “les firmen una hoja para legitimar el contrato y así justificar” que votaron mayoritariamente a su favor y evitar “enfrentar el descontento de los trabajadores, como sucedió” en General Motors de Silao.
Hernández indicó que a los empleados los están liquidando a 100 por ciento, e incluso a él y otras personas les han ofrecido una cantidad mayor para que acepten firmar sus renuncias. Advirtió que los despidos podrían continuar, sobre todo del personal de mayor antigüedad, por lo que llamó al resto de trabajadores a sumarse al movimiento.