Moscú. El presidente Vladimir Putin, la madrugada de este jueves, dio la orden de empezar una “operación militar especial” en el Donbás, como se denomina aquí a las regiones de Donietsk y Lugansk en el este de Ucrania, según anunció en un nuevo mensaje a la nación, grabado con anterioridad, que la televisión pública transmitió a las seis de la mañana.
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“He decidido comenzar una operación militar especial cuyo objetivo es defender a las personas que, en los últimos ocho años sufren vejaciones, un genocidio por parte del régimen de Kiev. Y por eso vamos a procurar desmilitarizar y desnazificar Ucrania. Asimismo, vamos a juzgar a todos aquellos que cometieron crímenes sangrientos contra civiles pacíficos, incluidos ciudadanos de la Federación Rusa”, señaló Putin.
El titular del Kremlin explicó que los líderes de las Repúblicas Populares de Donietsk (RPD) y Lugansk (RPL) pidieron la ayuda de Rusia debido “a la agresión del ejército ucranio”, que “nos obliga a actuar sin demora, con base en los tratados de amistad y asistencia” y con la autorización del Consejo de la Federación (senado) de utilizar las fuerzas armadas fuera de Rusia.
Putin exhortó a los militares ucranios a rendirse: “Todos los militares del ejército de Ucrania que cumplan esta exigencia podrán abandonar sin problemas la zona de combates e irse a sus casas. El régimen que gobierna el territorio de Ucrania será responsable del posible derramamiento de sangre”.
El mandatario ruso afirmó que “no tenemos planes de ocupar los territorios ucranios”. Añadió: “No queremos imponer por la fuerza nada a nadie” y subrayó que “ni cuando se fundó la Unión Soviética ni después de la Segunda Guerra Mundial nadie les preguntó a los pueblos que habitan Ucrania cómo quieren organizar su vida. Nuestra política se basa en la libertad. Y creemos muy importante que todos los pueblos que viven en el territorio de Ucrania puedan ejercer ese derecho, el derecho a elegir. Todos, los que lo quieran”.
Al arremeter contra Estados Unidos y la OTAN, señaló que Rusia no puede permitir que la alianza noratlántica “conquiste militarme los territorios adyacentes a nuestro país, una amenaza inadmisible para nosotros”.
Por eso, “si lo permitimos, se van a quedar decenios, si no para siempre. Y eso representa para Rusia un creciente peligro absolutamente inadmisible”.
Putin también advirtió que daría una “respuesta demoledora”, en alusión a que no dudaría usar el armamento nuclear, a cualquier país que intente meterse desde fuera:
“Ahora quiero dirigirme a todos los que pudieran tener la tentación de meterse en la situación: al margen de quien pretenda estorbarnos, y mucho peor cree una amenaza para nuestro país y nuestro pueblo, debe saber que la respuesta de Rusia será inmediata y les traerá consecuencias demoledoras que no pueden ni imaginarse”, aseveró.
Y concluyó: “Estamos preparados para cualquier evolución de los acontecimientos. Todas las decisiones ya están tomadas y espero ser escuchado”.
Antes de comenzar los combates, y de escucharse los primeros estallidos de proyectiles en diferentes sitios a lo largo de la llamada línea de contacto, el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, en mensaje a la nación para anunciar la entrada en vigor del estado de excepción en todo el territorio del país, dijo que “el pueblo de Ucrania quiere la paz, el gobierno de Ucrania quiere la paz. Tenemos claro que no queremos una guerra ni fría, ni caliente, ni híbrida” y agregó que, “en caso de que nos ataquen, nos vamos a defender”.
Sobre las ocho de la mañana de este jueves, Zelensky volvió a dirigirse a la nación para pedir calma a la población. “Necesitamos de todos ustedes, de cada uno, que estén tranquilos. En la medida de lo posible permanezcan en sus casas. Estamos trabajando. El ejército trabaja. Todo el sector de la seguridad nacional y la defensa de Ucrania trabaja. Pronto volveré a comunicarme con ustedes. Sin pánico. Somos fuertes y venceremos”.
El canciller de Ucrania, Dimitri Kuleba, escribió en Twitter: “Putin desató la guerra contra Ucrania. Continúan los ataques contra ciudades pacíficas de Ucrania. Es una guerra de conquista. Ucrania va a defenderse y vencerá”.
En tanto, el alcalde de Kiev, Vitali Klichko, también pidió a los habitantes de la capital ucrania “mantener la calma, no caer en el pánico”. Dijo que “Ucrania fue atacada por un agresor. En este momento nuestro peor enemigo es el pánico” e informó que “las autoridades de la capital estamos trabajando y garantizamos el funcionamiento de la ciudad. Aguantamos, tenemos que lograrlo”.
En medio de la confusión empezaron a llegar noticias de explosiones en ciudades fuera de los límites de Donietsk y Lugansk. El ministro del interior de Ucrania, Antón Gueraschenko, informó que Kiev “está siendo bombardeado con misiles de crucero y balísticos”, al tiempo que “soldados rusos desembarcaron en el puerto de Odesa y tratan de entrar en la región de Jarkov”. Más tarde el estado mayor del ejército ucranio informó que el desembarco en Odesa no se corresponde con la realidad.
El ministerio de Defensa de Rusia, por su parte, desmintió estar atacando las ciudades ucranias y precisó que “sólo se usa armamento de alta precisión para inutilizar la infraestructura militar de Ucrania, sus sistemas de defensa antiaérea y otros centros