Mexicali, BC., A los 70 años de edad, 24 de ellos como obispo de esta ciudad, donde dirigió los movimientos en contra del aborto y el matrimonio igualitario, y donde cobró notoriedad en 1999 por presionar a una niña violada para que continuara con el embarazo, ayer murió José Isidro Guerrero Macías.
La derecha de Baja California perdió por secuelas del covid-19 a uno de sus líderes, quien fue hospitalizado en condición grave el pasado 13 de enero, según informó la diócesis de Mexicali.
El aviso se dio un día después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó la orden de la sala de Guadalajara para sancionarlo por su actividad proselitista en las elecciones de 2021.
El prelado no sólo llamó a votar por el Partido Encuentro Solidario y por su candidato a la gubernatura, Jorge Hank Rhon; también respaldó a Eva María Vásquez, aspirante de Acción Nacional (PAN) a la alcaldía de la capital del estado.
Acostumbrado a ir a la ofensiva, se inconformó cuando las autoridades electorales ordenaron una sanción contra él, pero el TEPJF confirmó la decisión por considerar que el presbítero había violado la separación Iglesia-Estado ordenada en la Constitución.
José Isidro Guerrero perteneció a una generación de obispos cercanos a diversos poderes, no sólo al político. Presumió que había bautizado “como a 20 niños” al entonces líder del cártel de Sinaloa Joaquín El Chapo Guzmán, y en 1999 el hospital general de Mexicali lo convocó para que hiciera cambiar de opinión a Paulina, de 13 años, y a su madre, quienes demandaban la interrupción de un embarazo porque la menor había sido violada.
Aunque el artículo 136 del Código Penal del estado ofrecía a la adolescente esa posibilidad y ella expresó que era su voluntad, los panistas del nosocomio le llevaron estampas religiosas; cuando no consiguieron que desistiera, llamaron a Guerrero Macías, quien la amenazó con la excomunión, el infierno y la esterilidad, según el testimonio de la propia menor.
Guerrero Macías nació en 1951, en Sinaloa, y se ordenó sacerdote en 1977 en la catedral de Culiacán. En 1997 fue nombrado tercer obispo de Mexicali.
Con información de Antonio Heras, corresponsal