Ciudad de México. Después del repunte que observó la industria productora de lácteos en 2021, el sector prevé que este año sea complicado, principalmente por factores como la caída en la demanda, el poder adquisitivo golpeado y la incertidumbre que existe por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Mariano Salceda Servín de la Mora, presidente de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec) señaló que ese organismo ve a 2022 “más que complicado” por la caída en la demanda de los productos derivados de la leche, el descenso en el consumo per cápita, un “poder adquisitivo totalmente golpeado”, a pesar de que ya no se verán cierres como ocurrió a principios de la pandemia de covid-19.
Apuntó que el desempeño de la industria se verá afectado por la inflación acumulada de doble dígito y los commodities, los cuales continúan al alza y sin freno,
Destacó que la leche fresca, que observó una caída de 4 por ciento en diciembre pasado, respecto de guama periodo de 2021, se encuentra en una olla de presión por los altos costos, los márgenes bajos, la volatilidad en los mercados y el tipo de cambio.
Aunado a ello prevén nuevos impactos por nuevas regulaciones y acontecimientos imprevistos como la “operación militar” que comenzó en Ucrania este jueves por parte de tropas rusas.
“Los precios del petróleo para arriba, las gasolinas inclusive ya en México para arriba, una incertidumbre total”
Detalló que el volumen de la leche, pese a la caída, está regresando a los mismos niveles de la categoría de la pre-pandemia.
Abundó que la leche ultrapasteurizada cayó en 2021 un 3.8 por ciento anual, mientras que la pasteurizada o fresca —que cada año disminuye su consumo— se contrajo 5.5 por ciento frente a 2020. “El país se está convirtiendo más en un consumidor de leche de larga vida que de leche pasteurizada y lo que crece es lo que llamamos marcas libres que generalmente tienen un diferencial de precio importante contra la de larga vida y contra la pasteurizada. Eso indica que el poder adquisitivo está siendo un conductor muy importante en la selección o preferencias del consumidor”, dijo.
Recordó que por la pandemia del covid-19 en 2020 el consumo percápita de yogur ha disminuido 42 por ciento contra el año 2010, lo que es preocupante, pues es la categoría más afectada, ya está a niveles del 2007.
Impacto por conflicto bélico
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento (IDIC), comentó que ese organismo prevé que la economía mexicana crezca 1.5 por ciento, debido a factores como la inflación que prevé cerrar en 2022 en 5.6 por ciento anual.
Apuntó que algunos factores que incidirán en el crecimiento económico del país es que Estados Unidos, el principal socio, tiene en su agenda más temas geopolíticos y geoeconómicos.
Subrayó que el producto interno bruto (PIB) regresará a los niveles observados en 2018 hasta 2023, a pesar de que este año crezca la economía mexicana, pues incluso se ve una desaceleración según los datos preliminares del Indicador Global de la Actividad Económica de enero, que fue de 0.7 por ciento anual.
Destacó que sin inversión privada no hay crecimiento, un factor clave para el crecimiento, pues pese a que el gobierno federal está dirigiendo recursos a obras, no tienen el mismo impacto en derrama económica que si fuera inversión del sector privado.
Subrayó que el conflicto en Ucrania “pudiera llevar esto a un terreno que no habíamos visto en varias décadas”, mientras que las afectaciones por la falta de suministros, especialmente para el sector automotriz, seguirán impactando.
Apuntó que se espera que la Secretaría de Economía anuncie en marzo una política industrial que pueda ayudar al sector.