Brasilia. El ex mandatario de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, quien lidera las primeras encuestas para las elecciones presidenciales de octubre próximo, aseguró ayer que el Partido de los Trabajadores (PT) se opone a la privatización de las empresas estatales y advirtió a los inversionistas que no compren Eletrobras.
El actual gobierno, presidido por Jair Bolsonaro, principal rival de Lula en lo comicios, trata de poner fin al control estatal de la mayor empresa eléctrica de América Latina mediante la emisión de nuevas acciones este año para diluir su participación de control.
“Vender Eletrobras por lo que cuestan las bananas significa vender un activo estatal y aumentar el desempleo”, acusó el precandidato presidencial petista en entrevista, y expresó: “diría a los inversores que lo piensen dos veces antes de comprar la eléctrica”.
En Twitter, Lula agregó que su partido está en contra de esta privatización porque no hay necesidad de vender un activo construido por el pueblo brasileño, que regula el sistema eléctrico y puede prevenir precios abusivos en las facturas de energía.
Apuntó que no hay ninguna razón técnica o político-económica para que la paraestatal Petrobras tome la decisión de internacionalizar el precio del combustible, más que para atender los intereses de los accionistas, en especial de los que se quedan en Nueva York.
“El precio del combustible es caro en el tanque, pero también en el mercado porque impacta en el precio de los alimentos y ese costo dolarizado del combustible concentra la riqueza en manos de los más ricos y quita recursos a los más pobres”, consideró.
Afirmó que el autoritarismo de Bolsonaro acaba con todo en el país y señaló que encabeza un gobierno de destrucción y fake news.
La Confederación Nacional del Transporte y el Instituto MDA Pesquisa de Brasil revelaron en una encuesta que Lula continúa como favorito para las próximas elecciones generales con intención de voto de 42.2 por ciento, mientras Bolsonaro tiene 28. De haber segunda vuelta, el líder de izquierda se impondría con 53.2 por ciento frente a 35.3.
En comparación con la encuesta anterior, divulgada en diciembre, Lula cayó 0.6 puntos porcentuales (dentro del margen de error), ya que entonces tenía 42.8 por ciento de intención de voto.
Por otro lado, Bolsonaro creció 2.4 puntos respecto de la última encuesta, cuando aparecía con 25.6 por ciento de apoyos.
La diferencia entre ambos sigue siendo grande, pero era de 17.2 puntos y ahora es de 14.2.