La Cámara de Diputados prevé ratificar la próxima semana una re-forma a la Constitución para reconocer como nacionales a las lenguas indígenas y desechar un cambio previo del Senado, que en su revisión incluyó la lista de las 68 reconocidas por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali).
Se trata de una reforma que fue aprobada en San Lázaro el 18 de noviembre de 2020 para agregar un párrafo al artículo 2º constitucional y definir que “el Estado reconoce como lenguas nacionales, al español y a las lenguas indígenas, las cuales tendrán la misma validez en términos de la ley”.
El Senado modificó el proyecto el 17 de marzo de 2021, a partir de un decreto del Inali publicado el 14 de enero de 2008, que registró 68 grupos lingüísticos.
La mesa directiva de la Cámara de Diputados congeló siete meses la minuta del Senado y la turnó a la Comisión de Puntos Constitucionales hasta el 14 de octubre de 2021, que preparó un proyecto para desechar el cambio aprobado.
Ayer, la Cámara de Diputados realizó una sesión solemne con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna, en la cual el diputado Carol Antonio Altamirano (Morena) planteó que, al desecharse el cambio del Senado, tendría que devolverse el texto.
“El llamado a los senadores es a un ejercicio de seriedad legislativa, evitar el peloteo entre las cámaras. Si no aceptan la reforma inicial, conforme a la propia Constitución, el tema ya no puede ser abordado en el actual periodo ordinario”, dijo.
Asimismo, en el pleno, Cecilia Rivera, mazateca de la región de La Cañada, Oaxaca, señaló que las comunidades se aferran a sus tradiciones y culturas, “porque tenemos muy claro que ser indígena y pertenecer a un grupo étnico no es motivo de vergüenza. Somos diferentes, pero no menos”.
Jesús Yohualli López, profesor de náhuatl, expuso que aun cuando su lengua es muy conocida y tiene millones de hablantes, “somos sistemáticamente discriminados en las escuelas, los medios de comunicación y las oficinas de gobierno”.
Presente en la sesión, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, expresó: “ni una lengua menos. Las lenguas se han perdido por discriminación, porque enseñarlas era motivo de vergüenza, aprenderlas causa de exclusión, y por eso la política lingüística empieza en casa, transmitiendo las lenguas entre generaciones”.