En 2020, Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) presentó problemas desde su estructuración, ya que careció de un marco normativo para otorgar responsabilidades entre los funcionarios, no tenía manual de organización ni plan de trabajo anual y tampoco documentó actividades de supervisión de control interno, entre otras deficiencias, señaló la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En el informe general de Fiscalización Superior de la cuenta pública de 2020, la ASF presentó una auditoría de cumplimiento y desempeño sobre control interno y gobernanza de Segalmex. En ella determinó que de persistir las inconsistencias detectadas “se corre el riesgo de que el actual esquema de operación no favorezca la eficiencia y los resultados”.
Agregó que también puede suceder que no se agilice “la gestión de los procesos en los programas de Segalmex, Diconsa y Liconsa”. Indicó que los hallazgos señalan “la necesidad de implementar tanto medidas correctivas para subsanar las fallas detectadas en la gestión de Segalmex, como preventivas para que los riesgos no se materialicen”.
Detalló que Segalmex careció de instrumentos jurídicos o políticas para la coordinación de actividades de Diconsa y Liconsa, “toda vez que careció de un manual de organización y no celebró convenios de colaboración con ambas instituciones que le permitieran cumplir con su objeto social, por lo que sus actividades se realizaron mediante documentos operativos”.
Agregó que en “el marco normativo vigente no se otorgan responsabilidades para el diseño, implementación y vigilancia del Sistema de Control Interno Institucional” y para “la planeación estratégica no se contó con un programa anual de trabajo que definiera prioridades, actividades y responsables para la adecuada toma de decisiones”. Tampoco “contó con una política o lineamiento institucional de promoción a la integridad y prevención de la corrupción”.
Sostuvo que “la administración no implementó ni documentó actividades para la supervisión del control interno, ni evaluó los resultados de las mismas, no informó o evaluó problemas de control interno ni estableció acciones correctivas”.
Añadió que las herramientas de Diconsa para “generar información tanto al interior como al exterior no fueron efectivas, debido a que no contó con una adecuada administración de seguridad, segregación de funciones, planes de continuidad y recuperación de información”.
Advirtió que de persistir estas áreas de mejora en los elementos de gobernanza y de control interno, “se limitarán la eficiencia y los resultados”. Todos estos hallazgos señalan la necesidad de implementar medidas correctivas para subsanar las fallas en la gestión de Segalmex.
El organismo puede establecer mecanismos que favorezcan “una mejora del desempeño integral en sus operaciones, que se vea reflejada en la eficiencia y eficacia de sus procesos sustantivos”.