Madrid. Con la formación política abierta en canal, se registró una ola de dimisiones en la cúpula directiva del derechista Partido Popular (PP), la principal fuerza opositora del país y que vive sumida en una profunda crisis. La más relevante fue la del secretario general, Teodoro García Egea, a quiene todos señalan como el principal responsable de la fractura del partido y del enfrentamiento encarnizado con uno de sus valores más en alza, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
El PP, el partido conservador nacido en 1989 como sucesora de Alianza Popular, está viviendo unos días de pesadilla; con la cúpula cuestionada por la filtración de uno informes que supuestamente señalan una presunta corruptela de la presidenta de Madrid, que ya está investigando la Fiscalía Anticorrupción, y con el intento de contratación de una agencia de detectives para rastrear a la mandataria madrileña y su entorno en busca de alguna operación ilegal para expulsarla de vida pública. El operador de esa maniobra contra su propia compañera de partido fue Teodoro García Egea, mano derecha del líder y presidente del PP, Pablo Casado, quien a su vez acusó a la presidenta madrileña de haber incurrido en una operación irregular o al menos poco ejemplar.
La propia presidenta de Madrid entregó los contratos y las facturas a la Fiscalía Anticorrupción, que a pesar de no ver indicios de delitos, decidió abrir una investigación para profundizar en los detalles y aclarar el asunto. En cualquier caso, en el seno del PP la fractura ya es total y en los próximos días se prevé un desenlace que terminará con la vida política de Pablo Casado, que anunciará la celebración de un congreso extraordinario para hacer la transición de poderes y apartarse de la dirección de la formación conservadora. Lo más probable es que le suceda en el cargo el actual presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien se convertiría en el candidato de consenso de los llamados “barones regionales” de la formación política para reconstruir el partido.
Y el PP, entre tanto, se está quedando sin dirección, puesto que a la dimisión de García Egea se sumó la del vocero nacional y alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, que ahora se centrará en su trabajo en el ayuntamiento, su sumaron las renuncias de la presidenta del comité de garantías, Andrea Levy y de la consejera nacional Belén Hoyo.