Mientras grandes plataformas de entrega de comida como Uber, DiDi o Rappi valen miles de millones de dólares en el mercado internacional, sus repartidores en México ganan menos del promedio de un trabajador de la Ciudad de México y no cuentan con servicios de seguridad social, por lo que laboran en condiciones precarias y muchas veces injustas, reveló un estudio de Oxfam México.
En un informe denominado Este futuro no applica, el organismo da cuenta que en promedio, las personas repartidoras ganan 2 mil 85 pesos por semana, contemplando sus gastos de trabajo. Así pues, estas utilidades generadas equivalen a 53 pesos promedio por hora trabajada.
En contraste, destaca el estudio, Uber (dueña de Uber Eats) tiene un valor de mercado estimado de entre 80 y 90 mil millones de dólares, quien además recientemente adquirió CornerShop por 3 mil millones de dólares, lo que según Oxfam representa una gran oportunidad de crecimiento, pues ésta última ya cuenta con un mercado cautivo en México.
Por otro lado, la compañía china DiDi está valorada en 62 mil millones de dólares; mientras que la colombiana Rappi tiene uno de 3 mil 500 millones de dólares.
“Estas grandes plataformas han aumentado su riqueza en miles de millones de dólares. En cambio, las personas repartidoras que trabajan como socias de estas plataformas ganan en promedio 30 pesos por pedido. A este monto se le debe quitar los costos en que la empresa no incurre y que los repartidores deben afrontar, ya que las empresas no los reconocen como empleados, sino como socios”, agrega el informe.
El estudio de Oxfam deja claro que la situación económica de las personas repartidoras en México es de alta vulnerabilidad y posibilidad caer en pobreza, pues tomando como referencia la línea de pobreza se encuentra que si su única fuente de ingreso proviniera de ese trabajo, 55 por ciento de los encuestados no tendría recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas y las de sus dependientes.
Desigualdad
Mientras los repartidores luchan por subsistir, los cofundadores de Uber: Garrett Camp y Travis Kalanick, tienen una riqueza personal de 3 mil 700 y 2 mil 700 millones de dólares respectivamente. Que, para poner en contexto, si se les cobrara un impuesto de 3.5 por ciento, sería suficiente para pagar la seguridad social de todos los repartidores que hay en México durante los próximos cinco años.
De acuerdo con Oxfam, el sistema fiscal mexicano no es capaz de corregir las desigualdades del sector a través de impuestos progresivos, pues mientras los repartidores deben pagar al Servicio de Administración Tributaria un impuesto de 8 por ciento, los grandes sectores económicos pagan tasas impositivas efectivas menores.