Después de casi un año y medio en que se mantuvo acéfala, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) –periodo en se desatendió en gran medida a éstas– debe revisarse la normatividad interna para que permita desburocratizar los trabajos y fortalecer la colaboración con otras instituciones corresponsables en la actuación y reparación del daño, sostiene Liliana Lomelí recientemente designada en la Asamblea Consultiva y actual integrante de la Junta de Gobierno.
“En ese periodo, diversos colectivos advertimos (Lomelí forma parte de la Red de Mujeres y Hombres por una Opinión Pública con Perspectiva de Género en Campeche) que se dejó en total abandono a las víctimas, lo cual fue una forma de revictimizarlas y dejarlas desprotegidas y sus casos en incertidumbre, en un país que enfrenta una profunda crisis de derechos humanos.
Reconoció que desde la llegada de la nueva titular de la CEAV, Martha Yuriria Rodríguez, existe la disposición de colocar de nuevo a las víctimas en el centro de la atención, aunque implica restituir la confianza hacia la CEAV y el reconocimiento de “la urgencia de reconstruir el tejido colaborativo” con otras instituciones porque la comisión por sí sola no puede asumir ese papel.
Hay coincidencia con la titular de la CEAV en la revisión de la normatividad interna que permita, entre otros aspectos, desburocratizar la atención. Lomelí subraya: “se requiere una revisión del modelo a través del cambio en los reglamentos internos que permita una atención inmediata hacia las víctimas. Esa es una de las funciones de la asamblea, colaborar en ese fortalecimiento del marco normativo que permita consolidar una atención integral de las víctimas,
Está claro –añadió – que los procesos tan largos son revictimizantes, por lo que se requieren mecanismos que permitan agilización y un tratamiento más eficaz. Destacó que con la experiencia se ha dado capacitación a algunos integrantes de la Asamblea para mejorar los perfiles de quienes atienden a las víctimas. Algunos integrantes provienen de organizaciones que han atendido a sobrevivientes de la violencia.
“Se tiene que modificar el desempeño, pensando en atención legal, pero también sicológica para acompañar a víctimas. A veces el personal los trata como si la persona hubiera fallecido, y la respuesta es: ‘mi familiar no está muerto, está desaparecido’. Esto nos da idea de la necesidad de que quienes llevan estos procesos deben estar especializados para atender a las víctimas”, agregó.
La CEAV lleva a cabo la revisión de estos modelos durante este primer trimestre.