Durante los 45 años de existencia del Cuadro Básico y Catálogo de Insumos del Sector Salud nunca se hizo una depuración para excluir los productos que dejaron de ser útiles. Desde el año pasado está en proceso la salida de mil 800 del que ahora se denomina Compendio Nacional de Insumos para la Salud (CNIS), de los cuales 350 son medicamentos. En tanto, durante la pandemia de covid-19 se aprobó la incorporación de 114, informó César Alberto Cruz Santiago, secretario técnico de la Comisión Interinstitucional del CNIS.
En entrevista, el funcionario recordó que el Consejo de Salubridad General (CSG) está instalado en sesión permanente desde marzo de 2020 a causa de la emergencia sanitaria por el SARS-CoV-2. Entre las actividades que en este periodo no se detuvieron están la revisión de solicitudes de inclusión de insumos al Compendio.
A diferencia de lo que ocurría en administraciones pasadas, cuando predominaban los intereses de la industria farmacéutica, dijo, ahora de 255 solicitudes presentadas al CSG –órgano responsable del CNIS– entre marzo de 2020 y diciembre de 2021, 45 por ciento provinieron de instituciones públicas de salud y 55 por ciento del sector privado.
Cruz Santiago destacó que la actualización del CNIS, el cual sustituyó al cuadro básico y catálogo de insumos, debe ser un proceso constante porque la investigación científica y la tecnología avanzan y con frecuencia surgen innovaciones que ofrecen mejores resultados con respecto a las alternativas disponibles.
Con la finalidad de contar con todos los elementos técnicos que sustenten las decisiones, existe una comisión interinstitucional, en la que participan representantes de los organismos del sector salud, los cuales, a su vez, se apoyan en grupos de expertos en las diferentes áreas clínicas.
También se organizan grupos de trabajo de oncología, cardiología, infectología y el resto de especialidades médicas, además de los respectivos para áreas como la herbolaria, acupuntura y homeopatía. La evaluación que realizan los especialistas es la base para la toma de decisiones en la comisión interinstitucional, indicó el funcionario.
El CNIS entró en vigor el 30 de abril de 2020 y ha tenido 12 actualizaciones. De manera paralela se realiza la depuración de claves, que requiere de un trámite que dura varios meses porque, entre otros factores, se debe garantizar la protección de derechos de los dueños de los registros y licencias sanitarias. El funcionario estimó que en este año concluirá el proceso.
En cuanto a la incorporación de nuevos productos al CNIS, lo que les permite ser adquiridos por las instituciones públicas de salud, Cruz Santiago comentó que de 255 solicitudes recibidas entre marzo de 2020 y diciembre de 2021, fueron aprobadas 114 (45 por ciento) y 165 (65 por ciento) se rechazaron.
Asimismo, aseguró que la decisión de aprobar (o no) cada insumo no depende de una sola persona, pues la resolución se da después de un análisis y discusiones que son grabadas para garantizar la transparencia. Además, las empresas o instituciones interesadas deben cumplir con una serie de requisitos, entre otros, contar con el registro sanitario del insumo que se trate, así como presentar la evidencia científica que sustenta la seguridad, calidad y utilidad del producto. También es necesario entregar comprobantes que certifiquen que cuenta con mecanismos de fármaco o tecnovigilancia, señaló Cruz Santiago.