La trasnacional española Iberdrola –sucia entre las sucias– rechazó –por decirlo suave– la invitación que le extendió la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados para participar en el Foro de Parlamento Abierto (en donde se analiza la reforma eléctrica propuesta por el presidente López Obrador) y en él se pronunciara. Pero no, es de esas empresas que cruzan el pantano y se manchan hasta la última pluma. De hecho, ese ha sido su proceder desde su fundación, un consorcio depredador que presume “energías limpias” para, siempre, hacer negocios sucios.
Tras la negativa, el coordinador de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier, señaló que “la verdad pesa” y por ello la trasnacional española “se niega a transparentar sus jugosos y sucios negocios” en este país y en todos aquellos en donde ha clavado sus colmillos. Tal vez la declinación fue por sugerencia de uno de sus “consejeros independientes” en Iberdrola México, Liébano Sáenz (ex secretario particular de Ernesto Zedillo cuando este ocupó Los Pinos) o de Javier Díez de Polanco (sobrino de uno de los fundadores del Grupo Prisa, editor del periódico El País).
Pues bien, a Iberdrola se le extendió una invitación para participar, el próximo miércoles, en el “Foro 24: grandes productores y consumidores de electricidad”, pero como ahí hay que dar la cara y explicaciones, la trasnacional española –acostumbrada a moverse y hacer negocios en lo oscurito– dijo que se abstenía, lo que no quiere decir que bajo el agua no trate de tumbar la reforma eléctrica.
No es gratuita la denuncia que días atrás hiciera el presidente López Obrador: “que se sepa, con la reforma eléctrica son los de Iberdrola los que están haciendo el lobby en contra, junto con sus socios o cómplices en México”. Se trata, dijo, “de una empresa que se beneficia de contratos por abastecimiento de energía eléctrica, que se lleve a trabajar a la secretaria de Energía de México y se lleve como empleado al ex presidente de México, a Felipe Calderón. Eso es una ofensa a nuestro pueblo… y lo que nos ha costado”. Hay que añadir que también “se llevaron” al ex secretario particular de Ernesto Zedillo, Liébano Sáenz, quien forma parte del consejo de administración de Iberdrola México.
El mandatario narró: “me tocó hablar con el presidente del consejo de Iberdrola. El señor, pues me imagino que allá… No sé el comportamiento en las reuniones con el rey ¿no?, o en las reuniones con el presidente de España, pero acá quiso actuar con un protagonismo irrespetuoso y le tuve que decir: ‘Oiga, ustedes nos han ofendido’, pero allá quién sabe cómo actúa. Yo creo que tiene mucha influencia, porque allá sube y sube y sube el precio de la luz, y ellos son los que controlan, los de Iberdrola. Y ese es el modelo que quieren para México o hacia allá iban, porque se los permitieron”.
Pero en la Presidencia de la República ya no despachan los gerentes Fox, Calderón ni Peña Nieto, con quienes los mafiosos de Iberdrola, con José Ignacio Sánchez Galán a la cabeza (ahora imputado por la justicia española por una serie de delitos, entre ellos espionaje y cohecho para obtener contratos de obra pública), se llevaban de maravilla: a todo le decían que sí, siempre y cuando la coima fuera generosa y puntual, sin importar las consecuencias negativas para el país.
Pero como ya no es la consentida, ahora que le extienden una invitación para que dé la cara y detalle sus negocios sucios, la trasnacional se niega a participar en el parlamento abierto sobre la reforma eléctrica, en donde, dicho sea de paso, se observa la fanática defensa de los privados, con las consabidas “herramientas” por ellos utilizadas (chantaje, desinformación, amenazas y la predicción de “tinieblas y caos” si les quitan lo que ilegalmente obtuvieron).
Por eso, Iberdrola se siente mejor, a sus anchas, operando en lo oscurito, aunque tarde que temprano todo sale a la luz. Como muestra un botón: “las comunidades (mexicanas) donde se asientan empresas eléctricas españolas para generar energía eólica sólo reciben uno de cada 100 pesos de las ganancias que genera la actividad, de acuerdo con un informe sobre megaproyectos de compañías con sede en la península ibérica… el capital español que ha llegado se ha traducido en consecuencias catastróficas para los territorios donde se ubica” ( La Jornada, Alejandro Alegría).
Las rebanadas del pastel
Otra que se les apesta, pero la fábrica de noticias falsas sigue adelante.