¿Cuál es el balance de la campaña que los “intereses creados” han lanzado contra el presidente López Obrador? Ha hecho mucho ruido en los medios de comunicación, pero no ha conseguido su propósito: ligarlo en forma personal y directa a actos de corrupción. Los ataques a sus hijos hasta hoy han quedado en denuncias sin sustento jurídico. No son funcionarios públicos, no han incurrido en conflicto de interés. Enfrentan la situación absurda de probar su inocencia. Ayer La Jornada publicó el contrato de arrendamiento y recibos de alquiler de la casa que ocuparon él y su esposa en Houston, antes de la que habitan actualmente. Fue algo sucio que se publicara y reprodujera la investigación sin pedir la versión de los acusados. Han gastado una fortuna los opositores, pero no han conseguido nada todavía. La República está tranquila y trabajando. El peso no se ha devaluado y vuelven los capitales golondrinos a partir de que el Banco de México subiera la tasa de interés. Ingresa un río de dólares inesperado por el petróleo. Las obras públicas no se han detenido. La vacunación alcanza 178 millones de dosis, en sus diferentes formatos. Los programas sociales distribuyen miles de millones de pesos entre los necesitados. La relación con Estados Unidos es de jaloneos, como ha sido siempre. No hay protestas callejeras. Por otro lado, el fin de semana el Ejército reafirmó su lealtad y apoyo a su comandante supremo. Uno de los subproductos de la campaña contra López Obrador son los memes. Han derrochado ingenio. Pero un gobierno legalmente constituido, e internacionalmente reconocido, no lo tumban los memes ni sus autores. Por supuesto, seguirán más capítulos.
“Estrategia golpista”
En medio de la guerra de los memes desatada por las investigaciones fallidas, el Presidente contempla las circunstancias filosóficamente. Desde hace 18 años lo agreden, un día sí y otro también. Lo que sucede ahora se asemeja mucho a los tiempos del desafuero. Nunca se ha dejado. Cuando era oposición acuñó frases lapidarias: “La banda está en Los Pinos”, “la mafia del poder” y muchas más. Nuevamente le toca resistir la embestida de sus adversarios, con una gran diferencia: ahora es Presidente. La está tomando con calma. Por las tardes, sale a correr tres o cuatro kilómetros, tres o cuatro veces a la semana. Lo acompaña su hijo Jesús. Trata de que no se le pase ninguna medicina a sus horas. Está cuidando más su dieta y alejarse de los tamales de chipilín es peor que una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción. ¿Piensa bajar la guardia? Nop. Está convencido de que la mañanera cubre la función de politizar al pueblo y mostrarle quiénes son los corruptos y deshonestos. Estas palabras de Andrés Manuel dichas el fin de semana anticipan las batallas (mediáticas) que vienen: “La estrategia golpista a través de los medios de comunicación que se venden o se alquilan, mercenarios, esa estrategia que se aplica en casi todo el mundo para debilitar a dirigentes y gobiernos que enfrentan el poderío corrupto de las élites, aquí en nuestro país no hacen mella; en expresión de Juárez: no le quitan ni una pluma a nuestro gallo. México no es tierra de conquista y rapacidad, las élites se tendrán que ir acostumbrando poco a poco porque en México manda la mayoría y se gobierna con honestidad y con justicia”. Así o más claro.
Debuta la red de Trump
El tercer lunes de febrero Estados Unidos lo dedica a los presidentes, en especial al natalicio del primero, George Washington. (En México tendríamos poco que festejar). Donald Trump, expulsado de Twitter y Facebook, escogió esta fecha para el debut de su propia red en Internet. Su nombre: Truth Social.
“Actualmente estamos programados para su lanzamiento en la tienda de aplicaciones de Apple”, dijo el ejecutivo principal, que se hace llamar Billy B. Trump tiene muchos seguidores, en primer lugar los integrantes del Partido Republicano y movimientos ultraconservadores, sin descontar a los antivacunas. Ya tiene algo más de qué preocuparse el presidente Joe Biden aparte de la crisis de Ucrania. En las últimas horas se abrió la posibilidad de que se reúna con su homólogo Vladimir Putin en Francia.
Twiteratti
Grotesco que de una acusación sin pruebas, la parte acusada sea quien tenga que probar la falsedad… ya no se trata de probar la culpabilidad, sino de probar la inocencia… esta perversión es responsabilidad de los medios: el terrorismo mediático.
Escribe Ricardo FM@ricfm1
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