La Habana. El vicepresidente ruso, Yuri Borisov,y varios máximos dirigentes cubanos se reunieron en esta capital para ampliar la colaboración y ratificaron su posición común crítica hacia Estados Unidos, informaron medios de prensa oficiales de la isla ayer.
Borisov fue recibido por el viceprimer ministro cubano, Ricardo Cabrisas, y directivos de los sectores de transporte, energía, la industria y los bancos, reportó la cancillería cubana, indicó el portal oficial Cubadebate. Sin embargo, no se indicó la agenda de las conversaciones o a qué acuerdos llegaron.
La visita del funcionario ruso es parte de una gira que incluyó a Venezuela y Nicaragua, aliados de Cuba y críticos de la política de Estados Unidos, país al que acusan de instrumentar campañas para desbancar a los gobiernos de izquierda en América Latina.
“La ocasión fue propicia, además, para reiterar la solidaridad del pueblo y gobierno cubanos con la Federación de Rusia ante las constantes campañas de desinformación y guerra propagandística que desarrolla Washington contra ese hermano país”, divulgó Cubadebate.
Las autoridades cubanas, reportó el medio de comunicación, mostraron su repudio “a las sanciones unilaterales e injustas” impuestas a Rusia por países occidentales y las intenciones expansionistas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia las fronteras rusas, agrega.
Influencia geopolítica
A finales de enero, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y su par, Vladimir Putin, tuvieron una conversación telefónica mientras se incrementaban las tensiones entre Washington y Moscú con relación a la crisis política y territorial con Ucrania. Un funcionario ruso mencionó, incluso, la posibilidad de instalar misiles en la isla, una idea que fue calificada de “fanfarronada” desde Estados Unidos.
Analistas indicaron que sólo buscaba llamar la atención sobre los espacios de influencia geopolítica.
Cuba y la entonces Unión Soviética, liderada por Rusia, tienen una larga tradición de cooperación desde los tiempos de la Guerra Fría, pero los nexos se distanciaron con la caída del campo socialista en los años 90.
Las relaciones se hicieron más cercanas, sobre todo en lo político, en la década reciente.
La Casa Blanca mantiene una dura política de embargo económico desde hace más de seis décadas contra Cuba, presionando por un cambio de forma de gobierno en la isla.