El monto de los subsidios que el gobierno federal debe otorgar a los generadores privados de energía renovable es “incuantificable”, aunque uno de los cuatro tipos de contribuciones que obtienen las firmas privadas está considerado como un “área gris” por lo costoso que resulta, según datos del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide).
El organismo refiere que las ayudas que se otorgan en México a los generadores privados renovables son de cuatro tipos.
El Fide estima que la mayor contribución gubernamental que reciben las compañías generadoras del sector privado se da por las reglas de operación del mercado, donde se otorgan subsidios cruzados para resarcir los costos fijos.
Raúl Talán Ramírez, director del Fide, señaló en días recientes, durante su participación en el parlamento abierto de la reforma eléctrica que “los beneficios caídos del cielo”, como se le conocen esas ayudas, “nadie los ha podido cuantificar”, tanto en España como en México.
El Fide considera que es un “área gris”, porque no se conoce con exactitud de cuánto dinero se trata.
Esos subsidios están codificados en las reglas del despacho que se hace a partir de precios de costos marginales, un modelo que se aplicaba hace 25 años y que actualmente ya está en desuso por los bajos costos que representa la instalación de plantas generadoras de energía renovable, según el fideicomiso.
Los subsidios cruzados se daban en Estados Unidos en los años 90, cuando las plantas eran similares en su tecnología, sus costos marginales también lo eran, por lo que se pagaba la ayuda a todos tomando en cuenta el valor más alto.
De acuerdo al Fide ese modelo que se aplica en México va en detrimento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que se encuentra al final del despacho energético.
Lo anterior significa que se paga a los privados el mismo costo que la energía de la empresa estatal, a pesar de que es más barato producir energía de fuentes renovables.
Incluso, el fideicomiso refiere que los créditos otorgados para generar energía solar en Estados Unidos han ido disminuyendo, mientras en 2019 eran de 30 por ciento, para este año serán sólo de 10 por ciento en el sector comercial.
De igual forma el subsidio a la generación de energía eólica en esa nación pasó de 30 por ciento en 2019, a cero en 2020.
En la misma categoría de reglas de operación existen los subsidios por pago de la transmisión de su energía por debajo de los costos de transmisión, que es quizás el más conocido, pues ha sido señalado por la Secretaría de Energía (Sener) y la CFE.
Subsidios fiscales
El fideicomiso también señala que los privados reciben subsidios fiscales para las inversiones de energías renovables, por las cuales hay una deducibilidad de 100 por ciento del impuesto sobre la renta (ISR) por la inversión que hacen en equipos y la depreciación acelerada a un año. Por los llamados Certificados de Energías Limpias (CEL) reciben un bono anual de 50 por ciento del costo de la energía renovable adjudicada, entregada por espacio de 15 años.