Credit Suisse, uno de los bancos de mayor presencia a nivel mundial, tenía una serie de cuentas de clientes de alto riesgo, aunque por años aseguraba que tomaba todas las medidas necesarias para asegurar que los recursos que resguardaba eran legítimos, reveló una investigación periodística llamada Suisse Secrets.
Se trata de una investigación que ventila un total de 18 mil cuentas bancarias que en su conjunto suman más de 100 mil millones de dólares
De acuerdo con la investigación, realizada entre 48 medios internacionales, entre las cuentas de riesgo se encontraban una de una familia de un jefe de inteligencia de Egipto que se encargaba de supervisar la tortura de sospechosos de terrorismo para la AgencIa Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos; registros de la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y la de un italiano acusado de blanquear fondos para la organización criminal Ndrangheta.
Suiza, país de procedencia del banco al que le fueron filtrados los documentos, es uno de los países en donde el secreto bancario funge como el principal lema de las instituciones de crédito.
Toda la información consta de cuentas que estuvieron abiertas en Creditt Suisse desde 1940 hasta la década de 2010, pero no incluye las operaciones actuales de la institución que en México opera como banca privada.
Dichos documentos muestran como Credit Suisse abrió cuentas para multimillonarios a nivel mundial como el rey Abdala II de Jordania, así como a otros personajes como los dos hijos del ex dictador egipcio Hosni Mubarak y los hijos de un jefe de inteligencia paquistaní que canalizó millones de dólares de Estados Unidos y otros países en Afganistán en la década de 1980.
Candice Sun, portavoz del banco, dijo en un comunicado publicado por el New York Times, medio que está incluido entre los investigadores de los documentos, que “Credit Suisse rechaza enérgicamente las acusaciones e injerencias sobre las supuestas prácticas comerciales del banco. Muchas de las cuentas en la filtración se remontan a décadas atrás, a una época en la que las leyes, las prácticas y las expectativas de las instituciones financieras eran muy diferentes de lo que son ahora”.
“De las cuentas activas restantes, estamos seguros de que se tomaron las debidas diligencias, revisiones y otros pasos relacionados con el control, incluidos los cierres de cuentas pendientes”, precisó.
Entre los personajes que contaban con cuentas en el banco suizo también estaba un traficante de personas en Filipinas; un jefe de la Bolsa de Valores de Hong Kong encarcelado por soborno; un multimillonario que ordenó el asesinato de su novia, así como políticos corruptos desde Egipto hasta Ucrania.
Existe también una cuenta propiedad del Vaticano por un monto de 350 millones de dólares que fueron invertidos presuntamente de forma fraudulenta en una propiedad de Londres que está en un juicio penal en curso de varios acusados, entre los que se incluye un cardenal.