Al cumplirse 16 años de la tragedia de Pasta de Conchos en la que murieron 65 mineros, las familias siguen clamando por justicia y piden que en las labores de rescate emprendidas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y la Comisión Federal de Electricidad participen los de la región por ser “más experimentados” en la mina de carbón.
Fernando Acosta, representante técnico de un grupo de los familiares de mineros, advirtió que en este tiempo ha habido “resistencia” a cumplir las leyes laborales, por lo que exigió que se castigue a los responsables del accidente y no haya “impunidad” para Grupo México.
El objetivo, recalcó, es que no se repitan este tipo de casos, porque después de Pasta de Conchos continúa habiendo accidentes. Recordó que en junio del año pasado fallecieron otros siete trabajadores en Coahuila luego de quedar atrapados en el interior de la mina Micarán, en el municipio de Múzquiz, la cual colapsó a causa de una inundación.
“No queremos más viudas, más huérfanos, ya lo vivimos nosotros”, expresó Tomasita Martínez, aún con la esperanza de recuperar los restos de su marido Reyes Cuevas Silva, quien tenía 43 años de edad cuando se dio la explosión en el municipio de San Juan de Sabinas.
La viuda comentó que “deben ser los propios mineros” quienes participen en las labores de rescate. “Aquí hay muchos que están enterados del problema y que fueron sus compañeros, conocen la mina”, dijo.
Acosta ha sido jefe de las cuadrillas de rescate del Sindicato Minero desde la tragedia, en febrero de 2006. En los días posteriores lograron rescatar dos cuerpos y, expuso, estuvieron cerca de llegar con el resto, pero Germán Larrea, dueño de Grupo México, en complicidad con el gobierno del panista Vicente Fox, decidió suspender los trabajos apenas cinco días después y dar por muertos a los trabajadores.
En 2008 el ingeniero intentó un rescate independiente junto con sus compañeros, dos viudas y un fotógrafo. Bajaron hasta mil 500 metros hacia adentro y 250 de profundidad. Llevaban aparatos que nunca detectaron que hu-biera gas metano en su interior.
Dos años después fueron desalojados, “cuando estábamos a punto”, en la diagonal 20, de rescatar los cuerpos; sin embargo, en su labor, lograron recabar evidencia fotográfica y documental que confirmaron que los argumentos de la empresa para suspender labores eran falsos.
Acosta indicó que ya se hizo la propuesta a la CFE para que los mineros colaboren en el rescate. “Para nosotros es muy importante que todos los que participen en el rescate sean sindicalizados, para que puedan defender sus derechos y para que estén exigiendo seguridad, que es el principal problema” de la región carbonífera de Coahuila.
Tomasita Martínez resaltó que en 16 años han resistido porque el Sindicato Minero, que encabeza Napoleón Gómez Urrutia, “siempre nos ha apoyado y estuvo pendiente desde que pasó el accidente”.