El gobierno de México no enfrenta amenazas golpistas –como en otras latitudes– sino una guerra sucia, a partir de estrategias mediáticas protagonizadas por grupos de intereses creados, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Por ahí (golpe militar) no es el asunto, (pero) sí socavar con estrategias mediáticas, con guerra sucia (…) Hay amigos, compañeros que me dicen: ‘ya no sigas hablando de los medios, dale la vuelta a la página’. No, no, no, es que es un asunto peligroso”, advirtió en la conferencia de prensa matutina, realizada ayer en Ciudad Juárez, Chihuahua, a menos dos grados centígrados al amanecer.
Para sustentar su opinión, el mandatario resaltó la lealtad del Ejército y comentó incluso que las “manchas” históricas en el actuar castrense no son atribuidas a sus mandos, sino al poder civil, como sucedió en 1968. También ponderó el apoyo de los militares para la construcción de importantes obras de su administración.
Frente a las recientes declaraciones del senador republicano Ted Cruz, quien la víspera aseguró que López Obrador incurre en abusos de poder, el Presidente dijo que esos ataques para él son un “timbre de orgullo”, así como el eco de los conservadores en México, quienes en todo el devenir histórico se han destacado por ser “traidores a la patria”.
Aseguró que la relación de su gobierno con el de Estados Unidos es muy buena; sin embargo, continúa a la espera de la respuesta de Washington a la nota diplomática, enviada en mayo de 2021, para pedir la cancelación del financiamiento a Mexicanos contra la Corrupción, de Claudio X. González.
Luego, al reiterar la petición para que los periodistas “de arriba”, en particular Carlos Loret de Mola, den a conocer sus ingresos y patrimonio, dijo que no ha solicitado que el Servicio de Administración Tributaria investigue al comunicador porque lo mejor es que él acepte dar a conocer cuánto gana, al igual que otros.
Con esa argumentación manifestó su respeto a quienes ejercen a ras de tierra el noble oficio del periodismo, por lo cual recalcó que las diferencias son con los comunicadores millonarios, con aquellos representantes de los grupos de intereses creados.
“Y aunque les parezca increíble, de estos periodistas hay quienes ganan dos y tres veces más, es decir, como 15 millones de pesos mensuales y se erigen como jueces. Entonces, ya basta de hipocresías, de simulación”, señaló.
Yo conozco la historia –añadió López Obrador– y es mucho mejor que la gente se entere de esto, porque es una especie de golpismo el que van preparando, destruyendo a opositores políticamente hablando, “y si se da a conocer, pues ya saben de qué se trata”.
Nosotros, subrayó, “no vamos a permitir eso, vamos a llamar a las cosas por su nombre, porque quisieran que yo me quedara callado: ‘No diga nada, ¿eh?, porque si dice le acusamos de autoritario, de que no garantiza la libertad de expresión, de que en México no hay democracia, de que México es como Venezuela, de que hay una dictadura, que se persigue a los periodistas’”.
Lamentó que se utilicen los asesinatos de reporteros para fomentar esa campaña, cuando la realidad es que los hechos no están vinculados a persecución, represión ni censura. “¿O la libertad de expresión aplica para unos y para otros no? ¿Se tiene que silenciar al Presidente?”
(Con información de Rubén Villalpando, corresponsal)