El crecimiento de América Latina y el Caribe para este año será de 2.4 por ciento, dato que mostrará un retroceso en la evolución potencial de la región, consideró lan Goldfajn, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El ejecutivo estimó que el final de la pandemia está cerca, pero los gobiernos han sufrido gastos grandes por el apoyo que brindaron a sus economías.
Consideró que la recuperación de 6.8 por ciento en la región el año pasado ha sido bastante buena. “Esta recuperación se debió a las condiciones mundiales y los aumentos de los precios de los productos básicos y las condiciones financieras bastante flexibles”, dijo.
Reconoció que parte de la recuperación en América Latina se explica por las vacunas, las cuales han permitido mayor movilidad.
Sin embargo, estimó que este año el crecimiento de la región será de 2.4 por ciento, dato que se traduce en un retroceso del crecimiento potencial regional.
Goldfajn resaltó la reacción del Banco de México (BdeM) y de otros bancos centrales de América Latina para contener la inflación, la cual es un problema mundial y ha sido de doble dígito en economías avanzadas, fenómeno no visto en décadas.
“Hemos visto inflación en la región latinoamericana bastante alta, pues en algunos países ha estado cerca de los dos dígitos.”
Subrayó que el BdeM como otras entidades en países de América del Sur reaccionaron de manera contundente y han tenido éxito para mantenerla controlada, pues ya tienen experiencia.
“Hemos visto algunos bancos que han reaccionado antes que otras regiones, en algunos casos han sorprendido al mercado.”
Señaló que los bancos centrales deberían seguir vigilando la inflación, porque es mundial y regional.
“La combinación del sector privado con el gobierno es la solución para la región. Necesitamos inversiones, necesitamos a emprendedores, necesitamos ver el futuro y tener mayor productividad.”
Insistió que los gobiernos deben dar estabilidad para que el sector privado pueda complementarse.