Madrid. El gobierno español de izquierda adoptó este viernes un proyecto de ley que busca luchar contra el maltrato, abandono y sacrificio de animales, unido a una reforma del código penal para establecer penas de hasta dos años de cárcel para ciertos delitos.
Las corridas de toros, espectáculo popular en España pero criticado por los defensores de los animales, no estarán concernidas por este texto.
La reforma, que debe ser aprobada en el Parlamento para entrar en vigor, responde a "una demanda social muy importante", afirmó en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra.
En palabras de Belarra, el proyecto de ley pretende acabar con las "tres grandes lacras en materia animal" en España: "El maltrato, el abandono y el sacrificio de animales".
La reforma del código penal que acompaña este proyecto de ley prevé instaurar penas por maltrato de hasta 18 meses de cárcel si el animal necesita cuidados veterinarios y de 24 meses en caso de muerte, detalló Belarra.
El objetivo, a su juicio, es erradicar la "impunidad" existente actualmente en cuanto a crueldad animal.
Belarra, de la izquierda radical de Podemos, socio minoritario de los socialistas en el gobierno de Pedro Sánchez, afirmó que algunos "maltratadores de mujeres utilizan a los animales para coaccionarlas, para amenazarlas", por lo que "a partir de ahora la violencia ejercida a través de los animales va a ser un agravante" en el caso de agresiones machistas.
La lucha contra la violencia machista es una de las prioridades del gobierno de Sánchez.
Para combatir el abandono de animales, la identificación y vacunación serán obligatorias y solo se autorizará la cría profesional.
Según Belarra, 300 mil animales son abandonados cada año en España, unos 800 al día en promedio.
La ley también prohíbe "el sacrificio de animales de compañía", destacó.
Asimismo, el texto persigue "reconvertir progresivamente tanto los zoológicos como los delfinarios (…) en centros de recuperación de especies autóctonas", dijo la ministra.
El 5 de enero pasado entró en vigor una ley que considera a los animales de compañía como "seres vivos dotados de sensibilidad" y no simples "cosas", por lo su custodia en caso de separación o divorcio de una pareja puede ser decidida por un juez.
Varios países europeos ya han modificado su código civil para reconocer el carácter vivo y sensible de los animales.