El dirigente nacional del Sindicato Minero, Napoleón Gómez Urrutia, retó al dueño de Grupo México, Germán Feliciano Larrea, a un debate público, en el que el empresario sostenga las acusaciones que un día antes formuló en su contra sobre un supuesto desvío de recursos y conteste a su responsabilidad, a su “negligencia criminal” en la tragedia de Pasta de Conchos y sobre la violación a los derechos laborales de los huelguistas de Cananea, Taxco y Sombrerete, Zacatecas.
“Que Larrea dé la cara y no se escude en boletines como el que emitió ayer, en el que insiste en el asunto de los 55 millones de dólares, que debió entregar al sindicato y que ha usado en una campaña sistemática de desprestigio en mi contra desde hace años, a pesar de que la Suprema Corte me absolvió de manera unánime de cualquier irregularidad o desvío en el manejo de esos recursos”, recalcó el también senador de Morena en entrevista, luego de la ceremonia por los tres años de vida de la Confederación Internacional de Trabajadores que él encabeza.
Gómez Urrutia dijo que al segundo hombre más rico del país le molestó mucho que el miércoles, desde la tribuna del Senado, denunciara la impunidad en que se mantiene Grupo México frente a la explosión en la mina de carbón de Pasta de Conchos, ocurrida el 19 de febrero del 2016, en la que quedaron sepultados 65 mineros, y lanzó un boletín de prensa para atacarlo.
Sin embargo, a 16 años de esa desgracia “que se pudo evitar”, Larrea debe explicar por qué se negó a rescatar a los trabajadores. “Por qué no responde a las viudas y las familias de los mineros de Pasta de Conchos, que siguen exigiendo justicia, ya que a los cinco días de la explosión suspendió el rescate, sin importar que pudieran estar aún vivos y ahí dejó los cuerpos.
El senador Gómez Urrutia reiteró que por donde quiera que pasa, Grupo México deja muerte y destrucción. En Perú, en Asarco de Arizona, hay en la actualidad conflictos porque es “una empresa mezquina y miserable, que pasa por encima de los trabajadores”. Por algo está entre las 10 corporaciones del mundo con el actuar menos ético.
En la actualidad, advirtió, Grupo México no puede aspirar a más proyectos en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, sin resolver los conflictos que dejó atrás, entre ellos las huelgas, próximas a cumplir 15 años en Cananea, Taxco y Sombrerete.
Durante su discurso por el tercer año de la CIT, Gómez Urrutia se refirió también a la inusual respuesta de Grupo México, en la que repite “la millonaria campaña mediática de mentiras e infamias” que mantuvo desde 2006 y una persecución judicial, en complicidad con los gobiernos de Fox y Calderón, que lo obligó a exiliarse en Canadá.
“Ataques, campañas falsas, sucias, perversas, que no han cesado y que siguen”, pero que Larrea “no se haga ilusiones y mejor se siente a la mesa de negociación para resolver los conflictos pendientes, que pueden desbordarse porque los mineros y su familias ya no están dispuestos a soportar más”.
Por su parte, el Sindicato Minero condenó las calumnias de Grupo México contra ese organismo y su dirigente Gómez Urrutia e hizo pública una copia de la sentencia de un juez de lo concursal de Hermosillo, de 1990, en la que el “representante legal de Mexicana de Cananea, Germán Larrea, admitió que la participación del 5 por ciento de las acciones de esa mina, que son los 55 millones de dólares, corresponde al sindicato”, hecho que luego negó el poderoso empresario.