Con un nuevo Acuerdo Secretarial para la impartición de la educación dual que permite hacer convenios entre planteles de bachillerato y empresas, se fortalecerá la incorporación de aprendizajes directos con tecnología actualizada, afirmó Juan Pablo Arroyo, subsecretario de Educación Media Superior, quien destacó el caso de una empresa en Querétaro que recibió a 40 estudiantes de bachillerato, quienes participan en los procesos de fabricación del motor Tesla.
Reconoce que uno de los grandes desafíos no sólo para la impartición de la educación dual, sino para la educación media superior, es la infraestructura de sus planteles, ya que en muchos casos se enfrenta un deterioro de sus instalaciones y equipamiento, lo cual impide que los alumnos tengan acceso a la tecnología de vanguardia en la que podrían especializarse.
En entrevista con La Jornada, agregó que ya se cuenta con el apoyo de las cámaras de comercio e industria de Alemania, Francia y los países nórdicos para impulsar la participación de estudiantes en sus empresas en nuestra nación, que va desde el sector alimentario al agropecuario.
Además, “vamos a rescatar el concepto que profesionales vayan a enseñar al bachillerato o sea que no sólo vivan de la docencia que es un concepto original del proyecto de Gabino Barreda en el siglo XIX, los profesionales iban a enseñarles sus experiencias a los jóvenes”.
Lo mismo ocurre con la educación dual, pues las empresas podrán determinar el número de alumnos que pueden atender. Recordó que desde el sexenio pasado el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) participó en la formación dual, “pero era el CCE que manejaba el registro y les cobraba a las empresas para llevarles jóvenes, y eso se eliminó”.
Con esta nueva propuesta, indicó, “es un encuentro entre la empresa y la escuela. Se registran en nuestra plataforma y el CCE va a promoverlo, pero vamos a difundir que no se tiene que cubrir por joven asignado”.
Ejemplo que enriquece
Citó como ejemplo que en Yucatán, alumnos del bachillerato tecnológico “se fueron a una exportadora de miel para ver cómo se procesa el producto, y todo el proceso de rotación de actividades. Es una empresa que exporta miel a Europa y estos jóvenes ya están aprendiendo ahí cómo se hace, y la idea es que se pueden llevar ese conocimiento para beneficio de sus comunidades”.