Petrópolis. La tragedia de Petrópolis, la localidad turística cerca de Río de Janeiro donde al menos 117 personas murieron por lluvias torrenciales, pone de nuevo en evidencia los riesgos de la urbanización desordenada con viviendas precarias en los cerros. Al menos 116 habitantes están reportados como desaparecidos.
La zona más afectada fue el barrio Alto da Serra, ubicado en lo alto de una colina, no lejos del centro histórico de la ciudad que fue residencia de verano del emperador Pedro II de Brasil en el siglo XIX.
Es un barrio densamente poblado, con casas precarias pegadas unas a otras a lo largo de calles muy estrechas y empinadas, construidas en la ladera, la mayoría sin permisos; 80 casas-habitación fueron tragadas por la tierra el martes.
La avalancha de lodo que destrozó gran parte del barrio sorprendió a Michel Mendonça, un mecánico de 35 años que desconocía vivir en una zona de riesgo.
“Construí la casa hace 10 años, nunca imaginamos que esto pudiera pasar, como pasó. Sabemos que hay un desnivel allá arriba, pero no se tiene la dimensión de ese riesgo”, reconoce ante la Afp, mientras barre la espesa capa de barro frente a su casa, que ha quedado más o menos intacta.
“Tengo un taller allá abajo, hay 40 centímetros de agua, pero no es nada comparado con toda la gente que perdió a sus seres queridos”, asegura.
“Los pobres son relegados, siempre son los últimos en enterarse, y apenas cuando las cosas suceden. Yo creo que en este tema de los cerros, de las favelas, ciertamente la culpa la tienen las autoridades, sí. La tragedia es un fenómeno natural, pero las autoridades sin duda tienen la culpa”, denuncia.
Regina dos Santos Alvalá, directora adjunta del Centro de Monitoreo de Desastres Naturales (Cemaden), opina que “a pesar de algunos avances en los años recientes”, Brasil tiene mucho por hacer para reducir los riesgos de protección civil asociados a los desastres naturales.
El Cemaden calcula que en Brasil 9.5 millones de personas viven en áreas susceptibles de deslizamiento o inundación, muchas de ellas en favelas sin estructuras de saneamiento básico.