En el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, México llamó a las partes en conflicto en el este de Ucrania a resolver por la vía política las fuertes tensiones que hoy se enfrentan en la zona.
“Reemplazar la diplomacia por la confrontación, implicaría dar un gran salto al vacío”, expuso el representante de la Misión Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas, embajador Juan Ramón de la Fuente.
En una sesión de este órgano de la ONU sobre la situación en Ucrania, que se realizó este jueves en su sede de Nueva York, el diplomático mexicano exhortó a que la solución del conflicto se refrende sobre la base de tres indicadores.
“Es urgente, ante todo, mandar una señal clara, inequívoca de la voluntad de las partes que permita revertir la escalada de tensiones y ceda espacio a la negociación política. Una vía que contemple tres elementos: distensión, diplomacia y diálogo”, enfatizó De la Fuente.
Subrayó que México se pronuncia por el respeto a la soberanía, la independencia política y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente. Esto de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y la resoluciones pertinentes de la ONU.
El embajador remarcó que los acuerdos de Minsk –firmados entre la Federación Rusa y Ucrania en septiembre de 2014 para poner fin a la guerra en el este ucraniano— son el marco para alcanzar una solución negociada de la actual tensión.
El gobierno de México, dijo, toma con alto interés diversas acciones en favor de una salida negociada con base en la diplomacia, como el anuncio de Moscú de retirar sus tropas en la frontera de Ucrania y la disposición de distintos actores de la comunidad internacional de continuar con el diálogo.
Concretarlo a la brevedad (el retiro de tropas), generará la confianza que sólo dan los hechos y que las circunstancias reclaman. La única solución real es una solución diplomática, México reconoce y agradece los esfuerzos de los líderes mundiales que siendo factores de influencia se han involucrado personalmente para tratar de encontrar una salida pacífica a esta crisis, que sea capaz de atender las diversas preocupaciones de seguridad en la región”.
De la Fuente lamentó que el conflicto en aquella región del Europa del Este haya ya tenido un grave impacto en la población civil.
“Se estima que cerca de 3 millones de personas requieren de asistencia humanitaria, mientras que alrededor de millón y medio se encuentran desplazadas; la población también enfrenta restricciones en su libertad de movimiento, lo cual limita el acceso a los servicios de salud y de educación”.
En ese sentido remarcó que México se pronuncia porque los actores en conflicto garanticen la libertad de movimiento de los civiles en ambos lados de la línea de contacto y faciliten el acceso humanitario en la zona; al igual que permitir el libre movimiento a la misión de observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación Europea, lo que es esencial para la cabal ejecución de su mandato.
También se refirió al tema de las minas, municiones no detonadas y otros aparatos explosivos en la región, instrumentos a los que calificó como una real amenaza y que podrían afectar sobremanera a los civiles. “Exhortamos a las partes a eliminar las minas existentes y a no incurrir en la colocación de nuevos explosivos”.