Ciudad de México. Al llegar a su tercer aniversario, la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), que encabeza Napoleón Gómez Urrutia, suma más de un millón de afiliados, ya que ha logrado concretar “importantes alianzas estratégicas” con grandes centrales obreras internacionales que le permitirán un mejor posicionamiento global.
Entre las organizaciones internacionales minero-metalúrgicas y de otros ramos, sobre todo de Estados Unidos y Canadá, se encuentran la Confederación Sindical Internacional; IndustriALL Global Union; United Unión, de Reino Unido; la Federación Americana del Trabajo y la Confederación de Organizaciones Industriales de Estados Unidos.
También han construido relaciones de “cooperación y solidaridad muy estrecha” con la AFL-CIO; United SteelWorkers, “hermanos y aliados desde un principio de este conflicto”, y la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM).
A propósito de esta última federación –que con más de 350 sindicatos que representan a alrededor de 12 millones de miembros en 127 países– Gómez Urrutia señaló que ayer se envió la documentación respectiva para integrar a la CIT, a fin de avanzar en “la lucha en contra de la precarización y el abuso laboral; recoger las experiencias de todos los dirigentes sindicales, organizaciones y los trabajadores del mundo entero, que nos permitan enriquecer más nuestra visión de hacia donde debemos marchar juntos en términos de la democracia sindical”.
Durante la ceremonia a la que asistieron Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, senadores de este partido y de otras bancadas, así como dirigentes sindicales y el director de la OIT en México, Pedro Américo Furtado, el presidente de la CIT aseveró que a tres años de su fundación “hemos logrado sentar las bases de un cambio y una transformación hacia un mundo de trabajo más democrático, más libre y más representativos y con mayor justicia laboral”.
En este sentido, abundó sobre el plan de trabajo 2022-2025 que la CIT pondrá en marcha.
En primer lugar, se trabajará para consolidar la democracia sindical en todos los rincones de México con campañas y organización de sectores estratégicos. “Esperamos y sabemos que vamos a contar con el respaldo y el apoyo de todas las organizaciones democráticas de trabajadores que luchamos por los mismos objetivos”, comentó Gómez Urrutia.
También, uno de los principales objetivos será “empoderar a los trabajadores brindándoles todos los elementos necesarios” para defender estos derechos en las negociaciones colectivas. Se trata, subrayó, de fortalecer y expandir los programas de capacitación y educación técnica, así como los programas de renovación de cuadros y dirigentes sindicales.
Al respecto, indicó que algunas organizaciones, como el Sindicato Minero, cuentan desde hace varios años (siete u ocho por lo menos) con este tipo de proyectos que tienen como finalidad “actualizar los cuadros actuales, educar a los entrantes y preparar mejor a los líderes del futuro”.
En los siguientes tres años también se llevarán a cabo acciones específicas para “reiterar nuestro compromiso en la defensa de los derechos laborales y en especial para revertir las injusticias cometidas contra la clase trabajadora”.
En este sentido, abundó, se difundirá con mayor amplitud los principios de la democracia sindical, que son también los principios de la CIT, “con el fin de captar a los trabajadores que se encuentren inconformes, o que no vean o hayan visto satisfechos” la defensa de sus derechos.
“Los apoyaremos para formar nuevos sindicatos o para transformar las estructuras de las que sean partícipes y que no han logrado satisfacer las demandas” de la clase trabajadora.
Por su parte, en un mensaje grabado –dado que se encuentra en Nueva York para participar en la Audiencia Parlamentaria Anual en la sede la ONU–, la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, resaltó que a tres años de su fundación la CIT “ha demostrado estar plenamente comprometida” con la defensa de los derechos laborales y la democracia sindical.
Señaló que el Sindicato Minero, desde la época del Cardenismo, “se ha vuelto punta de lanza para la protección de recursos naturales en beneficio de nuestro pueblo, un sindicato que hoy es la fuerza” de la CIT.
Asimismo, la legisladora llamó a los trabajadores a no permitir a las representaciones sindicales a volver “a las viejas prácticas del pasado, porque es un mandato constitucional, es una obligación y derecho de todos los obreros mexicanos” ejercer la democracia sindical.
Gómez Urrutia recordó que la CIT fue fundada en febrero de 2019 y surgió “de abajo hacia arriba”, pero sobre todo de las demandas de los trabajadores de democracia sindical, libertad y justicia laboral.
“Ahora estamos ante la perspectiva de fortalecer la unidad sindical, de crear un nuevo sindicalismo, de crear una visión diferente, moderna, comprometida en la defensa de los derechos de los trabajadores y que realmente busque el mayor bienestar para toda la clase trabajadora”, manifestó.