Washington. Una empresa penitenciaria privada dirigirá un nuevo programa piloto en Estados Unidos que pondría bajo arresto domiciliario a cientos de migrantes atrapados al cruzar la frontera con México, informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos a Reuters, enfoque que, según sus críticos, es una extensión de la detención con fines de lucro.
BI Incorporated, filial de la empresa de prisiones privadas GEO Group, operará el programa piloto Toque de Queda en Casa, indicaron un portavoz del DHS y dos funcionarios estadunidenses.
Los migrantes inscritos en el programa serán confinados en su lugar de residencia en Estados Unidos durante 12 horas al día y serán vigilados de manera electrónica mientras esperan sus audiencias judiciales.
El nuevo programa obligará a los migrantes a permanecer en sus residencias desde las 8 de la noche hasta las 8 de la mañana.
El gobierno de Biden ha ampliado en gran medida las llamadas “alternativas a la detención”, como las tobilleras y la vigilancia por teléfono celular. La selección de una empresa penitenciaria privada para llevar a cabo el proyecto piloto muestra cómo las compañías podrían mantener una fuerte presencia en el sector de la aplicación de la ley de inmigración.
GEO Group declinó hacer comentarios y remitió las preguntas al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), que supervisa la detención de indocumentados y depende del DHS. Cuando se le preguntó sobre el programa, un vocero del DHS explicó que es parte de las “reformas a la detención con impacto”.
El presidente estadunidense, Joe Biden, firmó un decreto poco después de asumir el cargo en enero de 2021 para eliminar gradualmente los contratos de prisiones privadas para las cárceles federales con el fin de reducir los incentivos basados en los beneficios del encarcelamiento y hacer frente al racismo sistémico.
Sin embargo, hasta ahora Biden no ha cumplido su promesa electoral de hacer lo mismo con la detención de migrantes.
Actualmente hay 21 mil migrantes en centros de detención federales, frente a los 19 mil que había el 30 de septiembre de 2020, antes de que Biden asumiera el cargo.
El gobierno de Biden ha cerrado dos centros de detención de migrantes y ha ordenado al ICE que reduzca el número de detenidos, centrándose en quienes han cometido delitos graves.
Ante el decreto de Biden sobre las cárceles y la perspectiva de un menor número de migrantes arrestados, dos de las mayores empresas penitenciarias privadas del país, CoreCivic y GEO Group, han estado estudiando alternativas a la detención, incluida la supervisión remota como fuente continua de ingresos, según transcripciones de recientes conferencias telefónicas.
Unos 164 mil migrantes se encuentran en programas alternativos a la detención, según datos del ICE.
Si bien una orden de salud pública por el covid-19 vigente en la frontera permite a los funcionarios expulsar rápidamente a la mayoría de quienes cruzan sin documentos, miles de personas siguen entrando en el país para presentar solicitudes de inmigración.
Los solicitantes de asilo adultos estarán entre los varios cientos de migrantes del programa piloto de arresto domiciliario, que se pondrá a prueba en Houston y Baltimore, según un memorando del ICE enviado recientemente a los legisladores y visto por Reuters.