De aprobarse la reforma eléctrica como fue enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el país se quedará sin energía en dos años y México tendrá que pagar entre 60 y 120 mil millones de dólares en indemnizaciones de acuerdo con los tratados comerciales, advirtió la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Régulo Salinas, presidente de la Comisión Energía del organismo empresarial, comentó que si la iniciativa para modificar los artículos 25, 27 y 28 constitucional se aprueban se cancelará la transición eléctrica y se incrementaría costos de la electricidad.
“Se va a tener que indemnizar. Aquí lo grave es que la inmensa mayoría del país, se ve inmediatamente afectado porque no tienen un medio de defensa, porque va a empezar a haber, faltar electricidad en un par de años”, dijo.
Abundó que en unos años habrán regiones del país que no tengan suficiente generación, pero la situación se puede generalizar en dos o tres años por la falta de inversión.
José Abugaber Andonie, presidente de la Concamin, consideró que la falta de energías limpias provocará efectos negativos como el daño a las finanzas públicas.
“Incrementaría el costo de electricidad, porque la generación eléctrica de CFE es más cara que la del sector privado. Habría un boquete en las finanzas públicas y la economía nacional”, dijo Salinas sobre el tema.
El costo de producción total subiría en al menos 60 mil millones de pesos anuales, 600 mil millones en una década y en conjunto con el subsidio de 70 mil millones al año y las inversiones adicionales que tendría que hacer CFE el boquete entre 1.7 y 2 billones de pesos”, abundó.
Comentó que los inversionistas se protegerán bajo los paneles de controversia del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para proteger sus inversiones, que se calculan por 44 mil millones de pesos.
Abugaber Andonie calificó como “un golpe a la economía nacional”, pues prevé el cierre de empresas.
Manuel Espinosa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), consideró que el impacto es “brutal” ante la llegada de inversiones de Asia. “Existe incertidumbre que frena los posibles negocios en América, específicamente México, porque no existe la certeza de que contarán con energías limpias para producir”, dijo.