Los organismos autónomos, como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) deberían desaparecer, pero a este gobierno ya no le dará tiempo hacerlo, admitió el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Subrayó que estos y otros órganos fueron creados con el propósito de llevar a rango supremo los intereses particulares y hacer a un lado el servicio público y los intereses de las mayorías. “Hay cosas que van a quedar pendientes, pero ojalá se siga desmontando la estructura burocrática, facciosa, sectaria y contraria al interés nacional”, sostuvo ayer en su conferencia en el salón Tesorería de Palacio Nacional.
Recordó que en los planes de su gobierno estaba una reforma constitucional, porque se requiere la transformación administrativa, pero “ya no se puede, ya no podría hacerlo”, además de que sería necesario contar con tres cuartas partes de los votos en el Congreso: “eso genera mucha polémica y los del bloque conservador no aprueban nada”, subrayó.
Lo que sí se hará, dijo, son las reformas eléctrica y electoral, entre otras. “A ver qué pasa”. Insistió en que organismos como la Cofece y el Ifetel deberían desaparecer, porque se crearon para facilitar la privatización, el despojo de bienes nacionales.
A la pregunta sobre las propuestas que debe enviar el titular del Poder Ejecutivo para remplazar a dos comisionados que concluyen sus cargos en Cofece e IFT, informó que se están revisando los posibles candidatos y que esos organismos continúen, a pesar de que se conducen en sentido contrario al interés nacional, afirmó, y puso de ejemplo la reciente autorización emitida por la Cofece para que una mina de litio pase a manos de una empresa china, sobre lo cual no le informó “cuando es muy claro que existe una política de defensa de este recurso mineral estratégico, que queremos que sea de la nación (…) claro que nos estamos inconformando”.
Expuso que en la evaluación sobre las reformas que es factible concretar, ya que no podría hacerse el cambio para tener una nueva Carta Magna, a riesgo de quedar empantanados, se decidió por aquellas que ya se hicieron, como la que prohíbe la condonación de impuestos, que la corrupción sea delito grave, la revocación del mandato y quitar los fueros al presidente. Ahora puede ser juzgado como cualquier ciudadano y por cualquier delito, recordó.
Otra reforma profunda fue elevar a rango constitucional el derecho a la pensión a los adultos mayores y a niños con discapacidad, así como el de los jóvenes de familias pobres a recibir una beca. También se hizo la modificación para garantizar la atención médica y medicamentos gratuitos, subrayó el mandatario.