Nueva York. Por primera vez, una empresa de armas de fuego es responsabilizada legalmente por un tiroteo masivo en que se empleó una de sus armas, en un caso con posibles implicaciones positivas para la demanda de México contra armeros en Estados Unidos.
Remington Arms aceptó resolver una demanda legal de responsabilidad interpuesta por las familias de algunos de los 20 niños y seis educadores asesinados en un tiroteo en la escuela primaria de Sandy Hook en el pueblo de Newtown, Connecticut, en diciembre de 2012.
En la demanda promovida en 2014, estas familias acusaron a Remington de comercializar y vender rifles de asalto parecidos a los de uso militar a consumidores civiles dando prioridad a sus ganancias sobre los efectos de sus productos para la seguridad pública. Insistieron en que su propósito fue obligar a que una empresa de armas asumiera responsabilidad y con ello buscar evitar “otro Sandy Hook”.
Remington, que fabricó el rifle semiautomático Bushmaster, su versión del rifle de asalto AR-15, con el cual un joven de 20 años cometió la masacre que convulsionó al país, aceptó pagar un total de 73 millones de dólares a las familias de cinco adultos y cuatro niños que habían presentado la demanda.
Pero además del dinero, según las familias, lo más importante en el acuerdo es que lograrán hacer públicos miles de documentos internos de la empresa sobre las estrategias de la comercialización de sus letales productos, algo que puede ayudar a otros demandantes en sus procesos contra armeros. En este caso, el argumento legal tuvo que ver con violaciones de leyes estatales sobre reglas de comercio.
La solución negociada representa la primera vez que un armero estadunidense acepta responsabilidad por un delito de este tipo cometido con uno de sus productos. Con ello, los demandantes superaron los obstáculos legales que han protegido a la industria de armas de demandas por el uso indebido de sus productos letales durante años.
“Dylan ya no está porque Re-mington dio prioridad a sus ganancias sobre la seguridad de mi hijo. Comercializar armas de guerra directamente a jóvenes que tienen una fascinación fuerte con éstas es irresponsable y, como tantas familias saben, conducta letal”, declaró Nicole Hockley, cuyo hijo fue uno de los 20 estudiantes asesinados en Sandy Hook, poco después del anuncio del acuerdo, reportó ABC News.
Otras familias que participaron en la demanda expresaron que esperan que este resultado ayude a evitar que otros tengan que sufrir algo parecido, y que aunque no puede restituirse la vida de sus hijos, esto ofrece alguna medida de responsabilidad “a una industria que ha operado hasta ahora con impunidad”.
El acuerdo anunciado ayer podría tener implicaciones positivas para otros casos parecidos, incluido el presentado por el gobierno de México contra ocho armeros estadunidenses que se desarrolla en un tribunal en Massachusetts.
De hecho, en el caso mexicano –al cual se han sumado en apoyo procuradores generales estatales, fiscales municipales y varias agrupaciones por un mayor control de armas, entre ellas la organización Newtown Action Alliance, que surgió de las familias y sus aliados de la matanza de Sandy Hook–, el acuerdo seguramente está preocupando a los demandados, ya que están empleando algunos de los mismos argumentos para protegerse de toda responsabilidad del uso final de sus armas.
En particular, la industria de las armas se ha escudado de toda responsabilidad con la Ley de Protección del Comercio Legal de Armas, la cual otorga una extensa inmunidad legal a fabricantes, distribuidores y vendedores de armas ante demandas civiles de responsabilidad por el uso ilícito de sus productos por terceros. Esa misma ley está incluida en la respuesta formal de los armeros a la demanda de México.
El abogado de los demandantes Josh Koskoff declaró a los medios, al anunciar el acuerdo, que la victoria legal de hoy debe ser “un despertador” para que la industria de armas y las empresas que la apoyan “dejen de comercializar de manera irresponsable todas las armas a toda la gente para todos los usos y mejor preguntar cómo esa comercialización puede reducir el riesgo en lugar de aumentarlo… Esperamos que esta victoria sea la primera piedra en la avalancha que obliga ese cambio”.
Más estadunidenses, 45 mil 222, murieron por armas de fuego en 2020 que en cualquier otro año, según nuevas estadísticas oficiales de los Centros de Control de Enfermedad (43 por ciento son homicidios y más de la mitad son suicidios). Ese incremento de 14 por ciento sobre 2019 implica un promedio de casi 124 muertos por balas cada día.
Los homicidios con armas de fuego se han incrementado 75 por ciento entre 2010 y 2020, de acuerdo con un análisis de los datos oficiales del Pew Research Center.
En 2021 se registraron 693 tiroteos masivos, según el Gun Violence Archive ( https://www.gunviolencearchive.org ).