Alejandro Hidalgo ha dedicado sus primeras dos películas al cine de terror. El realizador venezolano admite que entre sus historias favoritas están las que le ocasionaban cierto miedo al verlas. “Me gustan las que son atractivas para las audiencias, que traen mucho entretenimiento e impacto emocional, y el género puede ofrecerte eso para iniciar tu carrera, porque no requiere de presupuestos multimillonarios”, señaló en entrevista.
Sin embargo, eso no quiere decir que Hidalgo haya decidido consagrar su carrera a ese tipo de cintas. “Me considero director de cine. Se da la casualidad de que mis dos primeras películas son del género, pero en algún momento voy a saltar”, anuncia.
Con su primer largometraje, La casa del fin de los tiempos, filmada en Venezuela, Hidalgo llamó la atención de la industria debido a la buena aceptación que tuvo en taquilla. Fue vista en varios países, llegó incluso a tener una adaptación coreana y planes para una versión estadunidense.
El realizador, con esa experiencia, ha llegado a El exorcismo de Dios, una producción que involucra talento mexicano, venezolano y estadunidense. La película rescata elementos clásicos del subgénero establecido por el éxito de los años 70, El exorcista, pero añade convenciones propias de la atmósfera latinoamericana en que se desarrolla.
Entre lo religioso y lo divino
“Se profundiza en el dilema humano, en los conflictos internos de un personaje atormentado por la culpa de que tiene que tomar la decisión más difícil de su vida”, indicó Hidalgo. Esa dicotomía a la que están expuestos personajes como su protagonista, el padre Peter, es uno de los aspectos que al director le interesa explorar, pues, como espectador, sus películas favoritas son las que ponen en tela de juicio la verdadera naturaleza de los individuos.
De acuerdo con el venezolano, El exorcismo de Dios sirve también para hablar de una separación entre lo religioso y lo divino, algo que considera equivalente al amor. “El demonio pudiese resumirse en la inconsciencia o en la maldad que podemos tener como humanos. Cuando nos exorcizamos a Dios, nos lo sacamos, cuando caemos presa del pecado. Podemos corrompernos incluso dentro de una institución religiosa, la religión a veces es llevada por seres humanos que pueden corromperse”, indicó.
Para que el género de terror sea verosímil, el cineasta considera que deben tomarse en cuenta diversos elementos que no tergiversen la intención original. “Creo que es importante generar empatía con el protagonista. Saber jugar con la puesta en escena y con la perspectiva entre los personajes y los momentos de terror, así como manejar el lenguaje del silencio y, sobre todo, que se genere una tensión dramática con el guion, o sea, que haya un valor en juego que te mueva lo suficiente como para mantenerte ahí atrapado”, explicó.
Algo como lo de Hollywood, pero hecho por latinos
La historia, desarrollada en una locación ficticia que combina lugares como Tepoztlán, Morelos, y el ex convento del Desierto de los Leones, en la Ciudad de México, está en buena medida hablada en inglés. “Yo quise hacer como una película de Hollywood, pero realizada por latinos”, precisó el director. Para él, que acepta disfrutar el cine hecho en Estados Unidos, se trata de una decisión que ha dado mayor alcance a sus trabajos.
“Es gracias a la combinación de esta estructura de producción y de negocios, en la que la película está hablada en inglés y se adopta como de Estados Unidos, pero la hicimos latinos, realmente”. También, como un recuerdo de la época en que El exorcismo de Dios fue filmada, Hidalgo hizo de su protagonista un sacerdote estadunidense enamorado de México y su vida en el país.
Si bien ahora el venezolano trabaja en proyectos que se desarrollan tanto en Estados Unidos como en México, ha optado por establecerse en este último. “Me gusta para vivir, me siento muy feliz acá”, admitió.
Hidalgo está dispuesto a hacer de El exorcismo de Dios una saga. A partir de cómo sea recibida, el cineasta decidirá si produce o no una secuela o precuela de la película. “Quiero sacarle un poco más el jugo al género, hasta que en algún momento quede saturado y ya desee hacer algo distinto”, sostuvo.
Entre otros de los proyectos del cineasta venezolano está el remake en Los Ángeles de su ópera prima. Trabaja también en una producción estadunidense que se filmará en Ecuador y mantendrá la temática de miedo que hasta ahora ha desarrollado.
El trabajo de Alejandro Hidalgo se puede seguir en sus redes sociales como @alehidalgofilms, y El exorcismo de Dios, que se estrenará mañana en cines, se encuentra como @theexorcismofgod.