México encabezó hace 55 años la lucha regional contra las armas nucleares, y “ese hito” es hoy inspiración en el despliegue “de lo mejor” de la diplomacia mexicana para enfrentar el tráfico de armas de fuego ligeras, que causan más de la mitad de los asesinatos a escala global, aseveró el canciller Marcelo Ebrard Casaubón.
Al conmemorar el 55 aniversario de la apertura a firma del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, conocido como Tratado de Tlatelolco, declaró que hace más de medio siglo “parecía imposible” emprender una batalla contra el armamento nuclear y “ahora se propone que lo hagamos respecto a las armas ligeras, que también son letales”, y en el caso de nuestro país terminan en su gran mayoría en poder del crimen organizado. Enfatizó que “México tiene un compromiso que abarca otras amenazas a la seguridad pública que se les denomina armas ligeras o que no son de destrucción masiva, pero son las responsables de más de la mitad de todos los homicidios y feminicidios en el mundo. Es igualmente importante focalizar la lucha”.
En el acto, realizado ayer en la Secretaría de Relaciones Exteriores, también se celebró que hace 40 años se confirió el Premio Nobel de la Paz al diplomático mexicano Alfonso García Robles, principal impulsor del Tratado de Tlatelolco –firmado por los 33 países de América Latina y el Caribe–, pieza fundamental para garantizar la paz y seguridad en la región.
Ebrard remarcó que dicho acuerdo multilateral “fue pionero” en la materia y con éste América Latina y el Caribe pusieron sobre la mesa de la geopolítica mundial la factibilidad de tener zonas libres de cualquier riesgo nuclear. La estrategia diplomática contra las armas ligeras que hoy ha emprendido México, indicó, incluye la demanda por “negligencia” contra de fabricantes de armas de fuego ante una Corte Federal de Massachusetts, pues producen arsenal dirigido “a un mercado cercano al narcotráfico”, así como la presentación de una iniciativa en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas para controlar su tráfico ilícito.
“Esa es la política que el presidente López Obrador ha venido a promover (…) Estoy cierto que como se logró en el pasado, hace ya más de medio siglo, en materia de armas nucleares, que se veía como algo imposible, pues ahora se propone que también lo hagamos respecto a las armas ligeras desde el punto de vista de su comparación con las de destrucción masiva, pero son letales, como lo vivimos todos los días frente a la violencia que estamos experimentando en el mundo”.
En el acto participaron representantes del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (Opanal) y diplomáticos de la región. Se leyó un comunicado conjunto, en el que los 33 Estados parte del Opanal recordaron que el Tratado de Tlatelolco ha garantizado por más de cinco décadas que América Latina y el Caribe se mantenga libre de armas nucleares y exigieron que este tipo de armamento no sea usado nuevamente por ningún actor bajo cualquier circunstancia.