Campesinos señalan que el programa de precios de garantía que opera Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) no les ha beneficiado. Esto se refleja en que de 2.1 millones de pequeños productores de maíz que hay en el país, tan sólo a 51 mil 525 se les compraron 700 mil toneladas, y apenas a 952 se les adquirió su cosecha de frijol, entre septiembre de 2020 y junio de 2021. Por lo menos 85 por ciento de ellos todavía siguen a merced de los intermediarios, advierten.
Los agricultores no venden a Segalmex porque el programa define límites en el tamaño de la superficie, pero muchos los rebasan y no pueden ser beneficiarios. Cuando deciden hacer sus ventas al organismo, además de realizar muchos trámites, en el centro de acopio se encuentran con que si, por ejemplo, llevan una tonelada, les pagan 800 kilos, el resto no se los devuelven, y deben esperar semanas o meses para obtener sus recursos. En cambio, cuando acuden con los intermediarios, aunque éstos cotizan a menor precio la tonelada, obtienen la paga al momento y se evitan el largo camino de los trámites.
Al comenzar la administración, el gobierno federal estableció Segalmex, que además de Diconsa y Liconsa, opera el programa de precios de garantía de maíz y frijol con el fin de elevar el ingreso de los productores agrícolas de pequeña y mediana escala y “contribuir al logro de la autosuficiencia alimentaria”, indican las reglas de instrumentación.
Para acceder al programa, un productor de maíz debe cultivar un máximo de cinco hectáreas de temporal y cosechar 20 toneladas, mientras de frijol son hasta 30 hectáreas de temporal o cinco de riego con un máximo de 15 toneladas. El precio de garantía de maíz vigente es de 6 mil 278 pesos por tonelada y el de frijol de 16 mil pesos por tonelada. Hay 538 centros de acopio en 29 entidades, de acuerdo con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Dificultades
Los productores de Chihuahua son un ejemplo de las dificultades que enfrentan para entrar al programa, pues los límites en la superficie establecidos para pagar el precio de garantía “no corresponden a las características de los predios ni de las unidades productivas” del estado, explica Víctor Quintana, analista del sector agropecuario.
Además, para que la siembras sean rentables deben ocupar entre 20 y 30 hectáreas.
El precio que se les da es insuficiente y los insumos siguen aumentando de precio. “Los productores dicen: un litro de diésel cuesta un kilo y medio de frijol”. Se requiere un precio más alto y que no se ponga un límite bajo de tonelaje o hectáreas, plantea Quintana.
Acaparadores favorecidos
En Zacatecas, el principal estado productor de frijol, los ejidatarios rentan sus tierras, y “hay productores que llegan a concentrar de 50 a 100 hectáreas para sembrar este grano. Para vender la cosecha, acuerdan que el ejidatario lleve las 15 toneladas al centro de acopio de Segalmex para hacerla pasar como si él la hubiera producido. Así, el beneficio se lo queda el gran productor”, sostiene por su parte Federico Ovalle, de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (Cioac).
“Un programa que parecía beneficiar a los pobres, favorece a los acaparadores. Hay intermediarios que compran al pequeño productor y cuando acopian un volumen grande van a Segalmex y lo venden como si fuera su producto. Es corrupción”. Además “un pequeño productor al ir a vender a este organismo debe esperar entre uno y cinco meses para que le paguen, pero él vive al día y no aguanta esperar tanto tiempo, mientras el intermediario le paga al momento”, indica.
En las unidades de acopio de Segalmex “hay una red de complicidades” entre el responsable del centro y el que hace la limpieza, con lo cual el productor sale perjudicado. “En el proceso de cribado o limpieza de maíz, se le dice al productor que se perdieron unos 200 kilos por tonelada. Se desconoce el destino de este grano, ya que no se lo devuelven” y le pagan nada más 800 kilos, señala Juan Pablo Rojas, dirigente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México.
Ante ello, muchos productores prefieren vender al intermediario tradicional que no le pide limpieza, y le paga 200 pesos menos del precio de garantía, “se evitan la tramitología que les impone acopiar en Segalmex”. Hasta 85 por ciento de los productores pequeños dejan de venderle y se van al mercado tradicional, con los intermediarios, así los que proveen de maíz a Segalmex son productores medianos, explica.
De septiembre de 2020 a junio de 2021 Segalmex apoyó a 51 mil 525 productores de maíz blanco con un volumen de 700 mil toneladas, mientras que dio incentivos a 23 mil 265 medianos productores que produjeron 4.1 millones de toneladas. En tanto, de frijol adquirió 7 mil 337 toneladas a 952 productores, de acuerdo con la Sader.