Moscú. Rusia anunció el martes que algunas unidades que habían participado en maniobras militares comenzarían a regresar a sus bases, dando esperanzas de que el Kremlin pudiera no tener planes de invadir Ucrania de inmediato. Pero no dio detalles sobre cuántos efectivos eran o de dónde partían.
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Eso complicaba los esfuerzos por determinar el alcance de la decisión, que hizo subir los mercados financieros y el castigado rublo tras semanas de escalada en la peor crisis entre Oriente y Occidente registrada en Europa en varias décadas. El anuncio se hizo al día siguiente de que el ministro ruso de Exteriores indicara que el país estaba dispuesto a seguir hablando sobre los agravios de seguridad que llevaron a la crisis de Ucrania, un gesto que cambió el tono tras semanas de tensiones.
Sin embargo, la operación se anunció horas después de que un funcionario estadunidense de Defensa dijera que algunas tropas y equipamiento militar ruso avanzaban hacia la frontera de Ucrania, en lugar de alejarse. Y autoridades occidentales continuaron el martes con sus advertencias de que las fuerzas rusas podrían entrar en Ucrania en cualquier momento. Algunos señalaron al miércoles como posible día de invasión.
Militares ucranios caminan en una posición en el frente a las afueras de Popasna, en la región de Luhansk, en el este de Ucrania, el lunes 14 de febrero de 2022. El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, recomendó el lunes al presidente, Vladimir Putin, que siguiera hablando con Occidente sobre las demandas rusas de seguridad, un indicio de que el Kremlin piensa continuar con los contactos diplomáticos entre las advertencias estadounidenses de una invasión inminente rusa sobre Ucrania. Foto Ap.
Los temores a una invasión se deben a que Rusia ha movilizado más de 130 mil soldados cerca de Ucrania. Moscú niega tener planes de invadir el país vecino pese a haber desplegado tropas en las fronteras al norte, sur y este de Ucrania y a las grandes maniobras militares iniciadas cerca.
Estados Unidos y otros aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por su parte, han llevado tropas y suministros militares hacia el flanco occidental de Ucrania y prometido más ayuda económica para el país exsoviético.
El Ministerio ruso de Defensa no indicó dónde estaban desplegadas las tropas que iban a retirarse ni cuántos soldados se marcharían.
Cuando se le preguntó por el anuncio, el ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, recalcó que Rusia celebra maniobras "en su propio territorio y de acuerdo a sus planes, comienzan, continúan y terminan como se planeó". El ministro afirmó que esos ejercicios siempre cumplen la planificación, independientemente de "quién piense qué y quién se ponga histérico por ello, quién esté realizando un auténtico terrorismo informativo".
Líderes ucranianos expresaron su escepticismo por la retirada.
"Rusia hace declaraciones diversas constantemente", dijo el ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba. "Por eso tenemos una norma: No nos creemos lo que oímos, lo creeremos cuando lo veamos. Cuando veamos retirada de tropas, creeremos en la desescalada".
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, se reunió el martes en Moscú con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, al día siguiente de sentarse en Kiev con el líder ucraniano. En sus declaraciones al llegar al Kremlin, Scholz mencionó las tensiones en Ucrania pero también los lazos económicos entre Berlín y Moscú, que complican los esfuerzos occidentales por acordar un castigo para Rusia en caso de invasión.
El ministro polaco de Exteriores, Zbigniew Rau, uno de los principales detractores de Rusia en Europa, también viajó el martes a Moscú para entrevistarse con Lavrov y ambos hablaron de cómo emplear la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa para buscar más negociaciones que rebajen las tensiones en torno a Ucrania.
Moscú quiere garantías de que la OTAN no permitirá que Ucrania y otros países exsoviéticos entren en la alianza. También quiere que la alianza detenga el despliegue de armas a Ucrania y retire sus fuerzas de Europa Oriental.
Lavrov dijo que las posibilidades de conversaciones "están lejos de haberse agotado".
Estados Unidos reaccionó con frialdad.
"La vía de la diplomacia sigue disponible si Rusia decide participar de forma constructiva", dijo la vicesecretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. "Sin embargo, no nos engañamos sobre las posibilidades de eso, dados los pasos sobre el terreno que está dando Rusia a simple vista".
La secretaria británica de Exteriores, Liz Truss, reiteró el martes a Sky News que el riesgo de invasión sigue existiendo y "podría ser inminente". Pero añadió que "aún hay tiempo para que Vladimir Putin se aleje del borde del abismo".
Las autoridades estadounidenses dijeron que el Ejército ruso proseguía con los aparentes preparativos de ataque a lo largo de la frontera de Ucrania. Un funcionario de defensa de Estados Unidos dijo que pequeños grupos de unidades de tierra llevaban varios días alejándose de los lugares de concentración de tropas y tomando posiciones más cerca de la frontera ucraniana, en lo que serían puntos de partida si Putin lanzara una invasión.
El funcionario habló bajo condición de anonimato para comentar información no publicada. CBS News fue la primera en informar sobre el movimiento de las unidades.
La compañía de imágenes por satélite Maxar Technologies, que ha monitoreado los movimientos de tropas rusas, reportó un aumento de la actividad militar rusa en Bielorrusia, Crimea y el oeste de Rusia, con la llegada de helicópteros, aeronaves de ataque a tierra y aviones cazabombarderos en posiciones de vanguardia. Las fotografías cubren un periodo de 48 horas y muestran también a fuerzas de tierra que salen de sus acuartelamientos y unidades de combate que forman caravanas.
Mientras tanto, legisladores rusos pidieron a Putin el martes que reconociera como estados independientes las zonas bajo control rebelde en el este de Ucrania. La Duma Estatal, la cámara baja, aprobó enviar una petición al respecto a Putin.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que la cuestión de reconocer las repúblicas autoproclamadas es "muy, muy relevante para el público". Pero no estaba claro qué respondería el mandatario o cómo podría afectar el asunto a las acciones rusas en ucrania.
En la región rusa de Belgorod, a unos 30 kilómetros (18 millas) de la frontera ucraniana, la gente continuaba con su vida como de costumbre, aunque por las calles del pueblo se veían más militares.
"Sólo han empezado a pasar aviones, helicópteros, supongo que para patrullar la frontera", dijo Vladimir Konovalenko.
Lyudmila Nechvolod, que vive en el pueblo, dijo no estar preocupada.
"Somos amigos de Ucrania. Y no estamos seguros de que Ucrania quiera guerra con nosotros (…) Estamos en la frontera, tenemos parientes aquí y allá, todo el mundo tiene a alguien allá (en el lado ucraniano), comentó. "Nadie quiere guerra".