Sao Paulo. El fotógrafo Sebastião Salgado presentó ayer su exposición Amazonía en Sao Paulo, primera parada de una gira por Brasil de la muestra con la que busca despertar conciencias sobre la preservación del mayor bosque tropical del mundo y las comunidades indígenas.
Compuesta por más de 200 imágenes, producto de siete años de trabajo, la exposición del brasileño nacido en Minas Gerais y residente en París, fue lanzada en mayo de 2021 en la capital francesa y presentada después en Roma y Londres.
Ahora se exhibirá en la mayor metrópoli latinoamericana hasta el 10 de julio; luego se mudará a Río de Janeiro, donde permanecerá hasta enero de 2023 antes de continuar el periplo por capitales del norte y sur del país, como Belén, Manaos y Belo Horizonte.
“Esas fotografías representan a la Amazonía viva, al bioma de las comunidades indígenas, y no a la Amazonía muerta, la destruida, la de las propiedades rurales”, describió Salgado, de 78 años.
“Queremos que la muestra sea una pieza del movimiento de concientización” sobre este pulmón del mundo, extendido mayoritariamente en suelo brasileño, agregó junto a su esposa, curadora y escenógrafa Lélia Wanick Salgado.
Las fotografías en blanco y negro condensan una inmersión en la selva, con retratos de ríos, montañas y la vida en una docena de comunidades indígenas, acompañados de una composición musical que recrea los sonidos de la naturaleza amazónica.
Sobre la presentación por primera vez en su país de origen, Salgado señaló que “es muy importante para Brasil, porque la principal acción para protegerla debe ocurrir aquí”.
Pero “la Amazonía ya no es una cuestión de Brasil, sino que todo el planeta tiene que protegerla, por eso la exhibición aquí y en París tiene el mismo valor”, dijo.
Aunque “no toda la pérdida (en la Amazonía) fue hecha por este gobierno, éste intenta desestabilizar los territorios indígenas porque están localizados en las mejores tierras agrícolas”, destacó Salgado en alusión al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
El fotógrafo se dijo “esperanzado” con que el próximo gobierno, a definirse en las elecciones de octubre, tenga una “mayor preocupación” con la preservación de los biomas. La deforestación aumentó desde que Bolsonaro asumió el cargo en 2019 alcanzando un máximo en 15 años, con 13 mil 235 kilómetros cuadrados talados de agosto de 2020 a julio de 2021.
Salgado pidió a los brasileños “poner atención en el candidato que elegirán como el próximo presidente”, porque “los candidatos del ejecutivo actual son profundamente antiecológicos y contrarios a las comunidades indígenas”.