Londres. Al comienzo de la pandemia de covid-19, el profesor de sicología de la Universidad de Stanford, Jamil Zaki, describió la experiencia como “el trauma colectivo más grande que alguien vivo haya experimentado”, debido a que el sentimiento principal con el que estábamos lidiando era el dolor “por los familiares que hemos perdido, la vulnerabilidad por lo que podemos perder fácilmente e impera la falta de control sobre ello”.
Sin embargo, casi dos años después de luchar contra confinamientos interminables y restricciones sociales, ese dolor y ansiedad pueden haber sido remplazados por insensibilidad y desapego, que los expertos dicen es la mejor manera en la que el cuerpo humano puede procesar lo que ha pasado.
Entumecimiento emocional
“Sentir entumecimiento es una respuesta emocional por estar abrumados, y la pandemia nos ha llevado cada vez más a sentirnos sin esperanza. Estar conectado emocionalmente con la situación es agotador, y adormecernos nos da un respiro”, explica la terapeuta Sally Baker. “No es una respuesta consciente; el embotamiento de nuestras emociones por la pandemia es una respuesta que se genera en nuestros cerebros reptilianos”, que es la parte más antigua del cerebro en términos evolutivos, responsable del mecanismo primitivo de “lucha o huida” y, por lo tanto, de la ansiedad.
Cuando alguien se abruma para evitar un exceso de estrés en el cuerpo, simplemente se apaga y el resultado es la apatía o el entumecimiento. “Significa que nos estamos volviendo introspectivos. La introspección no es saludable, porque con ella viene la enfermedad mental y el pensamiento excesivo”.
La sicóloga Emma Kavanagh, quien investiga los efectos del aislamiento en científicos en la Antártida, cree que estamos siendo testigos de una hibernación sicológica a gran escala, ya que nuestros cuerpos buscan hacer frente a la cantidad de presión que se nos ha impuesto en el año reciente, en particular a padres o cuidadores, quienes han tenido que priorizar el bienestar de otros.
Ante la condición de desgaste emocional, equivalente al difundo síndrome burnout, que suele surgir en los ambientes laborales , los terapeutas recomiendan hacer ejercicio y convivir con familiares y amigos, sin que se rompan las mínimas condiciones de higiene y seguridad para evitar contagios.
Por otra parte, el promedio diario de contagios en Estados Unidos cayó a su punto más bajo desde Navidad, con 215 mil casos nuevos cada día, 71 por ciento menos que en las pasadas tres semanas.
Sin embargo, casi 99 por ciento de los condados estadunidenses informan una alta transmisión, y muchos ciudadanos se realizan pruebas en el hogar, pero no informan sus resultados al sector salud, por lo que el total de infectados puede ser mayor.
Más de 4 millones de dosis de la vacuna anticovid Abdala, primera concebida y producida en América Latina, se aplicaron a niños y adolescentes de Cuba y Nicaragua. El saldo de la pandemia es: 5 millones 813 mil 891 muertes y 411 millones 311 mil 398 contagios, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.