Diplomáticos mexicanos en el exterior y sus familias han tenido que sobrevivir entre cuatro y seis meses sin refrigerador, estufa, camas, mesa, vajillas, cubiertos y otros bienes. No tienen ropa suficiente, sábanas ni abrigos para enfrentar los inclementes inviernos en muchas regiones.
Hace cerca de medio año, alrededor de 100 integrantes del Servicio Exterior Mexicano (SEM) fueron removidos de adscripción como parte del Programa de Rotación 2021 y, hasta ahora, la cancillería no ha cumplido con el traslado del patrimonio de muchos de ellos, que es una prestación, denunciaron los afectados.
Han tenido que vivir en departamentos prácticamente vacíos, sin enseres básicos y en la incertidumbre, pues ni en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ni la empresa contratada para el servicio, Sancalsa Servicios Internacionales SA de CV, les dan garantía de cuándo recibirán su patrimonio. La compañía ganó la licitación para operar los menajes de mayo de 2020 a diciembre de 2022, con un contrato de 181 millones de pesos.
Frente a esta situación, La Jornada buscó una posición de la cancillería; pero, al cierre de esta edición, no hubo respuesta. Los perjudicados demandaron la intervención directa del canciller Marcelo Ebrard.
Y es que cuentan con información de que Sancalsa –con sede en el estado de México– se ha declarado “insolvente” y no ha cumplido con los pagos a los transportistas o aduanas. Su página de Internet ya no está disponible e incluso al menos dos asociaciones internacionales de mudanzas globales la desafiliaron y le retiraron sus registros internacionales para operar.
“Estos meses hemos vivido con lo más básico: con platos desechables y cosas elementales. Algunos no podemos darnos el lujo de comprar todos nuestros enseres domésticos en cada ciudad que llegamos. Por ejemplo, una toalla de baño en Madrid puede costar hasta mil pesos o un juego de cocina en Noruega 7 mil”, detalló una de las diplomáticas.
Pero en la SRE no hay soluciones: “Cuando pides una explicación, te remiten con los funcionarios encargados de esos trámites, sólo dan largas y dicen que no pueden hacer nada porque es problema de la empresa; y en Sancalsa sólo dicen que harán todo lo posible”, dijo otra afectada.