Windsor. La policía de Canadá despejó ayer el puente fronterizo Ambassador bloqueado por opositores a las medidas contra el covid-19, en una operación saludada por Washington que espera la reapertura de este paso fronterizo estratégico, pero las protestas seguían en el país, en particular en Ottawa.
Imágenes de televisión mostraron el arresto de los pocos manifestantes que quedaban la madrugada en el puente Ambassador, que une a la ciudad estadunidense de Detroit, Michigan, con la canadiense Windsor, Ontario, y es el punto de cruce más transitado entre los dos países.
La policía de Windsor informó que 12 personas fueron arrestadas y siete vehículos remolcados.
Liz Sherwood-Randall, consejera de Seguridad Nacional del presidente estadunidense, Joe Biden, saludó “los resueltos esfuerzos de la fuerza pública canadiense a lo largo de la frontera para lograr el levantamiento completo de los bloqueos”.
Washington presionó a Ottawa la semana pasada al pedirle emplear “los poderes federales” para poner fin al bloqueo con “consecuencias serias” sobre la economía estadunidense, debido a la importancia del comercio que transita por ese puente.
La policía despejó la carretera al puente, pero las autoridades no precisaron cuándo será restablecida plenamente la circulación.
La operación, marcada por la prudencia y la lentitud de la fuerza pública, comenzó el sábado de mañana.
El alcalde de la ciudad de Windsor celebró que la “crisis económica nacional en el puente Ambassador haya finalizado”, ante el alto costo financiero del bloqueo.
El paso será reabierto “cuando sea seguro hacerlo”, agregó.
La policía seguía vigilando la zona ayer por la tarde, debido a la presencia cercana de manifestantes.
El cierre del puente provocó trastornos en la industria automotriz en ambos lados de la frontera. Más de 25 por ciento de las mercancías comercializadas entre Estados Unidos y Canadá pasan por este puente.
El movimiento, que entra en su tercera semana, empezó con una movilización de camioneros que protestaban contra la obligación de vacunarse para cruzar la frontera entre Canadá y Estados Unidos, pero las demandas se extendieron al rechazo a todas las medidas sanitarias e incluso al repudio del gobierno del premier Justin Trudeau.
En Ottawa había unos 4 mil manifestantes, según la policía. En días recientes, el descontento crecía en la ciudad en rechazo a semanas de protestas, música sonando a todo volumen y gente acampando por el centro de la capital.
Las manifestaciones siguieron el fin de semana en Toronto y Montreal, y otros ejes fronterizos permanecen bloqueados, en las provincias de Manitoba y Alberta.
Las protestas han repercutido en el exterior. Caravanas similares han surgido en Francia, Nueva Zelanda y Holanda. Unos mil 300 vehículos procedentes de diversos puntos franceses participaron ayer en una movilización contra los controles sanitarios e hicieron escala cerca de la ciudad de Lille, antes de concentrarse hoy en Bruselas, pese a la prohibición de las autoridades belgas.
Entre los detenidos antier figura Jérôme Rodrigues, uno de los rostros conocidos de los chalecos amarillos, movimiento desencadenado por el alza de los precios de los combustibles que sacudió a Francia entre 2018 y 2019.